La multinacional catalana Ferrer está preparando una modificación sustancial de las condiciones de trabajo (MSCT). En un comunicado, representantes sindicales de UGT FICA han calificado la medida de "desproporcionada" dado que, según la memoria económica de la propia empresa de que disponen, los resultados son muy satisfactorios para la multinacional.
Además los resultados del último trimestre de 2018 arrojaron, según la propia empresa, un balance positivo. En concreto, los datos de la memoria económica en poder del Comité de Empresa reflejan que la sociedad en estudio ha mejorado en un 13,3 %, es decir, en más de 450 millones de euros. En esta línea, los accionistas se repartieron 33 millones de euros en concepto de dividendos. El accionista mayoritario es el catalán Sergio Ferrer-Salat.
El sindicato pone de manifiesto que la facturación de Ferrer se incrementó un 13,3% en 2018 y que los accionistas se repartieron 33 millones de euros en concepto de dividendos
Pese a que la sociedad presenta liquidez y fondo de maniobra positivo, según ha denunciado el sindicato, en los últimos años está atravesando una situación de inestabilidad constante, con cambios en la estructura y despidos frecuentes y, en ocasiones, cercanos a un ERE encubierto, y todo ello en un clima de falta de transparencia permanente, según denuncian los representantes de los trabajadores. Además, los representantes de UGT FICA han señalado que "hasta hace tres años no existía calendario laboral ni representación sindical en algunos departamentos de la multinacional".
"En este contexto ha sido difícil que los trabajadores tuvieran calendario laboral, un reconocimiento de su jornada laboral y organización de trabajo. Se trata de una de las empresas del sector farmacéutico más opacas del sector, de acuerdo las informaciones aparecidas en la prensa especializada", han apostillado.