Mejorar la apariencia y remediar las inseguridades físicas es el principal motivo por el que se realizan los retoques estéticos. Aunque todos los cuerpos son igual de válidos, muchas veces somos nosotros mismos quienes nos marcamos las diferencias respecto al canon social, haciendo que nuestro estado emocional quede vulnerable. Y aunque trabajar nuestra autoestima debe ser la opción principal, siempre podemos ayudarnos a vernos mejor gracias a la Medicina Estética.
Así lo piensa también Verónica López Couso, médico estético, alergóloga y especialista en tratamientos inyectables faciales en la Clínica Dermatológica Internacional, quien dice para Estetic que los retoques estéticos “son un cambio brutal y sirven como empuje, sobre todo para las personas que tienen problemas de autoestima”. Por su propia experiencia y por lo que ella misma ha visto en su consulta, después de someterse a un tratamiento estético, los pacientes “se arreglan más porque se ven mejor y tienen más ganas de hacer cosas, están más contentos”.
Los retoques estéticos contribuyen a mejorar la autoestima de la persona
Sin embargo, no todo es ‘llegar y besar el santo’, pues antes de realizarnos un tratamiento estético, hay algunas consideraciones que debemos tener en cuenta para asegurarnos de que todo va a ir bien y de que no van a surgir complicaciones. Según la experta en tratamientos faciales, estos son los aspectos que deberíamos considerar:
- No estar sufriendo ningún tipo de infección en el momento.
- No estar atravesando ningún proceso agudo ni canceroso. Es decir, “que no haya ningún proceso activo”.
- En el momento actual, no estar viviendo un proceso de desregulación, como por ejemplo, un descontrol de hipotiroidismo, cambios en la medicación o desregulación de alguna enfermedad autoinmune.
- Respecto a los fármacos que se estén tomando, los expertos médicos suelen retirar anticoagulantes o antiagregantes, como por ejemplo la heparina, unos dos o tres días antes de la intervención. De esta manera, se evitará que el paciente sangre en exceso y que quede más hematoma.
- El día de la cirugía, acudir en ayunas.
Después de una intervención estética, no se recomienda tomar el sol
En principio, estos son los puntos que cualquier persona debe atender cuando se vaya a someter a una cirugía. Adicionalmente, el médico siempre estudiará cada caso en particular, haciendo un repaso por la medicación que pueda estar tomando cada paciente. Asimismo, se encargará el preparatorio con la preanestesia, donde además de valorar las posibles enfermedades que tenga el paciente, se le hacen las pruebas pertinentes con analíticas y electros para categorizarle y estudiar si existe riesgo potencial de que rechace la operación o surjan complicaciones durante la misma.
Para el caso de los tratamientos inyectables, además de los puntos anteriores, la única consideración que habría que tener en cuenta es acudir con la piel limpia, aunque durante el proceso los expertos ya se encargarán de limpiarla. En principio, el sol se puede tomar los días anteriores sin ningún problema, pero sí que en el postoperatorio no se deberá hacer ninguna exposición solar.
DOBLE VISITA PREPARATORIA A CONSULTA
La experta también señala que antes de hacer una operación estética, se hacen dos visitas a la consulta: en la primera se atiende al paciente y se escucha cuáles son sus necesidades, y en la segunda se planifica todo el tratamiento, se le explica en qué va a consistir y se manejan cuáles son las expectativas reales de la intervención. El médico también debe dejar claro cuál será el proceso de recuperación postoperatorio que tendrá que seguir el paciente, señalando todos los riesgos posibles.