El peligro de los filtros en redes sociales, una aspiración irreal a la belleza

La Dra. Electa Navarrete advierte de los peligros de tratar de buscar en la medicina estética un filtro de belleza artificial.

Mujer tomando un selfie con su teléfono (Foto. Freepik)
Mujer tomando un selfie con su teléfono (Foto. Freepik)
21 diciembre 2023 | 22:00 h

Hombres y mujeres cada vez están más interesados en tratar de mejorar su aspecto físico. Y con la llegada de los nuevos procedimientos estéticos, muchos lo consiguen. La medicina estética fue creada con ese fin, aunque hay que extremar las precauciones en redes sociales para prevenir las obsesiones.

Los filtros en redes sociales pueden parecer muy atractivos, pues logran un efecto parecido al de la medicina estética, pero no es real. Un médico estético estudia la anatomía del paciente, su tipo de piel e investiga cuál podría ser el mejor tratamiento para conseguir esa armonía facial que deseamos.

La Dra. Electa Navarrete explica que ha sido testigo en múltiples ocasiones, durante sus consultas, del efecto negativo que tienen los filtros en las personas. La llamada Dismorfia del Selfiees este trastorno que surge a raíz de una falta de autoestima junto con el componente social de los filtros. Hasta el 2% de la población se ve afectada con este trastorno, una obsesión por lograr el aspecto perfecto.

Un aspecto que gira en torno a las imágenes retocadas que logran cuerpos y rostros, muchas veces, irrealistas. Piel totalmente lisa, ojos de gato y la nariz perfecta son retocados a través de Instagram y TikTok, después los pacientes llegan a la clínica y piden retoques inspirados en esas fotos con filtro.

Hasta el 2% de la población se ve afectada con la Dismofia del Selfie.

LA HUELLA ESTÉTICA ES DE POR VIDA

La Dra. Navarrete insiste en que se debe trabajar respetando la huella estética por una razón de permanencia. Las modas cambian y los gustos de ahora nos pueden dejar de gustar en el futuro. Es el factor de la edad, las personas envejecen y puede que un tratamiento realizado en el pasado nos parezca poco adecuado cuando seamos más mayores. Por eso, el factor de la irreversibilidad está estrechamente ligado con el arrepentimiento.

Muchos pacientes experimentan una patología llamada Trastorno Dismórfico Corporal, consiste en la obsesión de encontrar defectos por muchos procedimientos que nos hagamos. Ante esta problemática, la  Dra. Navarrete trata de aconsejar a sus pacientes para que consigan esa armonía facial; si un paciente le pide tratamientos exagerados trata de recomendar otros procedimientos que les vayan a sentar mejor.

Acudir a profesiones expertos que entiendan cómo nuestro rostro envejece es crucial. Ellos entienden mejor que nadie la anatomía y la estructura facial, para no realizar tratamientos que sean irreversibles y nos acabemos arrepintiendo. Como profesionales, los médicos estéticos tienen la obligación moral de buscar alternativas y detectar posibles patologías relacionadas con la baja autoestima y adicción a estos procedimientos.

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