Trabajar la zona de las rodillas es una tarea que requiere constancia y buenos hábitos, pero si los cumplimos, el resultado será muy satisfactorio. Lo primero que debemos recordar es que son varios los aspectos que a tener en cuenta. Desde Carmen Navarro nos cuentan cuáles son.
1. Controlar la retención líquidos. Necesitamos estimular el sistema linfático, eliminar toxinas y reducir volumen. No olvides que los cambios hormonales, la genética y el exceso de peso contribuyen a que se produzca. Pero también los malos hábitos como el sedentarismo y la alimentación baja en fibras y proteínas.
2. Flacidez a raya. La piel de las rodillas es más fina, sin densidad y con apenas glándulas sebáceas. Por eso es más fácil que aparezca flacidez localizada, incluso arrugas, o engrosamiento como ocurre también en codos y talones. Para combatir la flacidez necesitamos renovar y reforzar el colágeno, tensar y trabajar el descolgamiento de la piel.
3. Atacar grasa localizada en la cara interna y externa y mantener la celulitis bajo control. En el caso de las rodillas y al tratarse de una grasa tan focalizada, es clave seguir un protocolo que nos ayude a eliminarla ya que es un tipo de grasa resistente a la dieta y al ejercicio físico.
Trabajar la zona de las radillas es una tarea que requiere constancia y buenos hábitos, pero si los cumplimos, el resultado será muy satisfactorio
4. Por supuesto, no te olvides de mantenerlas hidratadas y de emplear cosmética adecuada y protección solar. Si lo acompañas, además, de un estilo de vida saludable, en cuanto a deporte y alimentación, habrás conseguido esas rodillas con las que siempre has soñado.
¿CÓMO LO CONSEGUIMOS?
Con una acción global en la que se combinan dos sesiones de LPG con el fin de drenar y reactivar la circulación sanguínea. A continuación, con tres sesiones de Adipologie, se aporta firmeza desde el interior compactando el tejido consiguiendo ultrafirmeza y definición; y se finaliza con 6 de Q-SCULPTOR, incrementando la densidad muscular, fortaleciendo y reduciendo grasa localizada.
-LPG. Masaje mecánico y aspiración sincronizada que permiten movilizar y liberar la grasa localizada. Además, activa el sistema circulatorio y el drenaje linfático, y estimula a los fibroblastos. ¿Con qué objetivo? Con el de hacerles trabajar para que produzcan ácido hialurónico, colágeno y elastina nuevos. Se consigue combatir eficazmente la grasa localizada, mejorar la circulación, reducir volumen en rodillas y, además, aliviar la sensación de pesadez e hinchazón.
-Adipologie. Ultrasonidos de baja intensidad y baja frecuencia dirigidos a trabajar la grasa acumulada hasta en las zonas más profundas y difíciles. Elimina además la celulitis, compacta el tejido y rebaja hasta 2,5 centímetros desde la primera sesión.
-Q-sculptor. Desarrollador de musculatura que reduce además grasa de manera no invasiva. Gracias a ondas electromagnéticas, a un ritmo de 20 contracciones por segundo, provoca contracciones involuntarias que aumentan el consumo de energía de las células grasas. La grasa almacenada se descompone y se elimina mediante el sistema linfático. El resultado es una combinación de fortalecimiento, incremento muscular y reducción de grasa.