Descubre el tratamiento de carboxiterapia que elimina ojeras y bolsas para rejuvenecer tu mirada

La carboxiterapia es un procedimiento poco invasivo y recomendable frente a otros tratamientos, ya que no presenta riesgo de hiperpigmentaciones

Mujer con bolsas y ojeras marcadas en la mirada, puede optar al tratamiento de carboxiterapia  (foto. Freepik)
Mujer con bolsas y ojeras marcadas en la mirada, puede optar al tratamiento de carboxiterapia (foto. Freepik)
Verónica Serrano
18 abril 2024 | 11:00 h

Los ojos es la zona del cuerpo que más personalidad nos da. Atrapan toda nuestra atención cuando hablamos con los demás y, sin duda, su apariencia dice mucho de nuestro estilo de vida. El estrés y el cansancio de la rutina, el uso constante de las pantallas, unos malos hábitos de sueño, una alimentación inadecuada o el consumo de tabaco y alcohol perjudican al aspecto de los ojos, propiciando la aparición de bolsas y ojeras bien marcadas.

Más allá de los productos cosméticos y de los tratamientos convencionales para aliviar las bolsas y las ojeras, hay un procedimiento revolucionador en auge capaz de combatirlas. Se trata de la carboxiterapia, una solución que también se emplea para tratar otras imperfecciones corporales, como la mejora del aspecto de la piel en casos de celulitis, estrías, grasa localizada y flacidez.

¿QUÉ ES LA CARBOXITERAPIA PARA OJERAS Y BOLSAS?

La técnica de la carboxiterapia es un procedimiento no invasivo que consiste en la aplicación de dióxido de carbono (CO2) por vía subcutánea para mejorar el flujo sanguíneo y linfático en la zona, en este caso, en bolsas y ojeas. Esa inducción de un pequeño volumen de CO2 debajo de la piel genera un efecto vasodilatador, que mejora la oxigenación de los tejidos y, por tanto, ayuda a disminuir la coloración oscura de las ojeras.

Recordemos que las ojeras se producen por la transparencia de la piel en la zona de los ojos, que deja ver el color de los vasos sanguíneos que hay tras ella. Aunque en muchos casos el desarrollo de ojeras es genético, ahora también es posible ponerles remedio con la carboxiterapia. De hecho, funciona muy bien para tratar las que presentan un color azul o morado, es decir, las más notables y las que generalmente se presentan de forma hundida sobre el ojo.

La estimulación sanguínea del CO2 regenera la producción de colágeno en la piel

Esta es una técnica muy apropiada, ya que a diferencia de los tratamientos con láser o los rellenos dérmicos, la carboxiterapia no presenta riesgo de producir hiperpigmentaciones. Además, la inyección de CO2 durante el procedimiento proporciona un efecto llenado que actúa sobre las ojeras hundidas, devolviéndole a la mirada un aspecto rejuvenecido y, sobre todo, descansado.

La carboxiterapia también mejora levemente las temidas bolsas de los ojos, originadas bien por el acúmulo de grasa o bien por la retención de líquidos y toxinas. Su acción estimula la producción de colágeno natural para devolverle firmeza a la piel afectada. Sin embargo, es necesario señalar que esta técnica no actúa sobre las bolsas causadas por los depósitos de grasa, ya que su acción va dirigida a la estimulación del circuito sanguíneo y linfático para dilatar los vasos sanguíneos.

¿ES UN PROCEDIMIENTO DOLOROSO?

La carboxiterapia es un procedimiento mínimamente invasivo que se realiza en unos minutos. La aguja utilizada es muy fina y el procedimiento es relativamente rápido, por lo que la mayoría de los pacientes lo encuentran bastante tolerable. La sensación que se experimenta durante el tratamiento puede describirse como una ligera presión o un pequeño pinchazo, similar a la sensación de una inyección de insulina. Estos efectos secundarios son temporales y desaparecen después de unas pocas horas.

¿CUÁNTAS SESIONES NECESITO?

En cuanto al número de sesiones necesarias para obtener resultados óptimos, esto dependerá en gran medida del tipo de ojera de cada paciente y de sus características individuales. Generalmente, se recomienda un promedio de 6 a 10 sesiones, realizándoselas con una frecuencia de una a dos veces por semana. Aunque los resultados pueden empezar a notarse desde la primera sesión, es en las sesiones posteriores cuando se aprecia una mejora más significativa. Además, tienes que saber que sus resultados no son permanentes, por lo que habrá que repetir probablemente con una sesión de mantenimiento al año.

Después del tratamiento es importante el uso de cremas hidratantes específicas para el contorno de ojos

Respecto a los posibles efectos adversos que se puedan manifestar, se encuentran la leve inflamación o enrojecimiento en la zona de aplicación. Pero no es algo que deba preocupar demasiado, porque suelen desaparecer en las siguientes horas. También es posible experimentar sensaciones de picazón o ardor durante el procedimiento, que son normales y también se desvanecen rápidamente. Una complicación más grave es un posible daño vascular en la red de vasos sanguíneos de la zona, por lo que es importante acudir a centros certificados y con personal cualificado, que tengan en cuenta todas las consideraciones.

CUIDADOS POSTERIORES

Para maximizar los resultados obtenidos con el procedimiento y prolongarlos en el tiempo, también es importante seguir unos cuidados posteriores en la zona de los ojos. Las recomendaciones incluyen evitar la exposición solar directa y utilizar cremas hidratantes especiales para el contorno de los ojos, ya que esta zona es particularmente sensible y propensa a ojeras oscurecidas si no se protege y cuida día a día. Además conviene seguir un horario de sueño regular y suficiente, beber mucha agua para depurar las toxinas e hidratar las células de la piel y seguir una alimentación equilibrada y rica en vitamina K, la destinada a fortalecerlos capilares y a reducir la coloración oscura de las ojeras.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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