¿Qué es un eccema? Síntomas, causas y tratamiento de la dermatitis

El factor genético y los agentes ambientales y externos son las causas más implicadas en la aparición de dermatitis

Dermatitis en los codos (Foto. Freepik)
Dermatitis en los codos (Foto. Freepik)
11 marzo 2024 | 11:00 h

Al tratarse del órgano más grande del cuerpo humano, la piel puede sufrir problemas muy variados y por diferentes razones. Desde infecciones bacterianas o virales y enfermedades autoinmunes, a parasitarias o alérgicas. En cualquier caso, hay un síntoma que se repite mucho y que puede deberse a diferentes causas: el eccema.

¿QUÉ ES UN ECCEMA?

El eccema es una enfermedad inflamatoria de la piel que se caracteriza por la descamación del tejido, sequedad y por la presencia de prurito (picor) asociado. Esta afección, también conocida como dermatitis, puede presentarse de tres maneras diferentes: el atópico, que aparece ante la presencia de lesiones en la piel, generalmente en la flexión de las extremidades, que presentan descamación y un tono rojizo. Por otro lado, se encuentra el eccema de contacto irritante, que se da cuando la piel desarrolla placas descamativas en su superficie por alteraciones en la barrera cutánea tras el contacto con el agente irritante y, además, el eccema de contactoalérgico, que corresponde a una reacción alérgica de la piel.

SÍNTOMAS DE LA DERMATITIS

La identificación del eccema o dermatitis es sencilla, ya que presenta unos síntomas bien definidos. El picor (prurito) y la descamación de la piel, así como el enrojecimiento, son los más característicos. Suelen ir acompañados del engrosamiento y de la hinchazón de la piel de la zona, muchas veces con la formación de escamas y bultos en la piel que supuran líquido y que después se transforman en costras.

El prurito, la descamación de la piel y el enrojecimiento son los síntomas principales de dermatitis

La ubicación del eccema puede variar en función de sus causas. El rostro, el cuero cabelludo y las zonas de flexión de las articulaciones son las zonas más propensas, aunque puede manifestarse en cualquier parte del cuerpo. Cabe recordar que la dermatitis atópica es una enfermedad crónica de la piel, no contagiosa, que suele presentarse por brotes. Las pieles secas y sensibles son las más vulnerables a desarrollarlo y la exposición a determinados factores podría empeorarlo.

CAUSAS DE LA APARICIÓN DE ECCEMAS

En función de las causas que originan el eccema, se presentará una tipología u otra. No obstante, se sabe que es la alteración de los glóbulos blancos lo que provoca una reacción inmune anormal. El factor genético es uno de los de mayor peso a la hora de desarrollar la enfermedad, aunque las alteraciones en el funcionamiento normal del sistema inmunológico y las condiciones ambientales también cobran especial protagonismo. 

Para el caso de las dermatitis de contacto (alérgicas e irritativas), son los agentes externos los que cobran protagonismo. La exposición de la piel a determinados productos o factores irritantes, tales como productos químicos, productos sanitarios, plantas, alimentos, ácaros, polvo, pelo de animales o metales están detrás de la mayoría de los casos. Este tipo de eccema ocurre cuando la piel se sensibiliza, es decir, cuando el sistema inmune reacciona ante una sustancia a la que ya se había expuesto con anterioridad sin demostrar ningún tipo de problema.

El estrés es un factor que puede empeorar los síntomas de dermatitis

Es importante recordar que el eccema puede aparecer a cualquier edad, si bien la dermatitis atópica se manifiesta en las primeras etapas de vida. Además, los climas secos o unos elevados niveles de estrés podrían estar detrás del empeoramiento de los síntomas. El diagnóstico suele realizarse con la observación de los síntomas, aunque también puede confirmarse con pruebas cutáneas.

TRATAMIENTO DE LA DERMATITIS

El tratamiento de la dermatitis o eccema dependerá de la causa y de los síntomas concretos, pero lo cierto es que los brotes se pueden aliviar con los cuidados adecuados. La prevención del eccema se basa principalmente en el cuidado de la piel, en la que mantener la piel bien hidratada debe ser el paso principal. Para esto, se recomienda el uso de cremas y lociones hidratantes sin perfume y sin alcohol después del baño, cuando la piel todavía está húmeda. Los emolientes suelen ser los más indicados para aliviar el picor y reequilibrar los niveles de lípidos en la barrera cutánea.

También es importante utilizar un limpiador suave y antiirritante que respete el tejido cutáneo. En caso de padecer un eccema alérgico o una dermatitis alérgica, es fundamental identificar y evitar el contacto con las sustancias que causan la reacción alérgica. Y, por último, se puede recurrir al tratamiento médico para el control de los brotes, con medicación tópica como los corticoides para reducir la inflamación y la picazón. En los casos más graves, puede ser necesario el uso de medicación oral o inyecciones. Respecto a las terapias, la fototerapia también se emplea como vía terapéutica para mejorar los brotes de dermatitis atópica, aunque siempre bajo la supervisión del dermatólogo y en centros certificados.

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