Pero también hay un problema contra el que hay que proteger la piel y que muchas veces no se tiene en cuenta. Los baños en la piscina pueden causar algunos problemas en la piel, aunque son fáciles de evitar con los pasos correctos.
Irritación, sequedad o erupciones cutáneas son algunos de los problemas que se pueden originar. Como explica María Ángeles Puebla, farmacéutica y experta en dermofarmacia a Estetic.es, “las piscinas están cloradas y estas sustancias pueden ser agentes irritantes”.
"Las pieles atópicas son las que tienen que tener más cuidado con los agentes irritantes del cloro de la piscina"
Una persona con una piel normal no tiene por qué sufrir este tipo de problemas. Sin embargo, la piel puede quedar un poco reseca debido a las sustancias del agua de la piscina. “Se debe cuidar la piel, sobre todo después del baño. Por ejemplo, usar geles sin jabón para no resecar más”. En el caso de que la piel sea atópica, los cuidados deben ser más intensivos. Este tipo de pieles tienen una especial sensibilidad: “en las pieles atópicas la barrera hidrolipídica no está bien formada, por lo que hay sustancias como el cloro que pueden causar daño”.
Para estos casos hay productos especiales, disponibles en farmacias. Las “cremas barrera forman una especie de película en la piel para evitar que esos agentes puedan dañar una piel que no está bien protegida”.
Tras las cremas barrera, hay que utiliza una crema hidratante que aporte mucha hidratación a la piel.
"Se debe cuidar la piel especialmente después del baño, quitar enseguida el cloro de la piel y una buena crema hidratante para evitar la piel seca"
Si se quiere todavía una protección más fuerte para luchar contra las agresiones de las sustancias químicas, “podemos proteger la piel con < b>determinados complementos vitamínicos, que refuerzan la barrera cutánea y aumenta la defensa de la piel frente a agentes dañinos”. Hay vitaminas como la C o la E que provocan un efecto de protección para la piel. “Deben tomarse un mes antes, durante el tiempo en el que se producen los baños, y un mes después”, recuerda María Ángeles. Cuando ya se ha originado una irritación o una erupción, existen productos para utilizar a corto plazo que palian el picor o el escozor que pueda aparecer. “Se puede utilizar corticoides, pero solo durante pequeños periodos de tiempo, ya que tienen efectos secundarios”.
Además, se puede aumentar su efectividad utilizando también agua termal, que “tiene propiedades calmantes para que el corticoide no dañe la barrera de la piel y hace que penetre mejor para que el efecto sea mayor”. De esta manera se palia el efecto de una irritación molesta.
LA DUCHA DESPUÉS DEL BAÑO , CLAVE PARA LA PIEL
Otra práctica que a veces se olvida pero que es igual de importante es la ducha después del baño. “Hay que aclarar enseguida la piel con agua normal para quitar el cloro, y también del bañador”. No hay que dejar que esas sustancias sigan en contacto con la piel mucho tiempo.
Hay que destacar determinados grupos que deben desarrollar un cuidado más intensivo en la piel. Por ejemplo, los nadadores que se dedican de manera profesional a la natación pasan muchas horas al día en la piscina, por eso “deben extremar la protección de su piel, hidratarse mucho y si tienen algún tipo de problema, utilizar las cremas protectoras contra ese tipo de sustancias”.
En el caso de los niños, cuando son más pequeños la piel no está todavía bien formada, por ello también su piel debe ser más cuidada. “Hay que utilizar agentes hidratantes para nutrir bien la piel”, señala María Ángeles.
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