Microinjerto capilar, ¿qué hay que tener en cuenta antes de realizarlo?

El trasplante capilar es una cirugía estética mínimamente invasiva pero de elevada complejidad por la gran cantidad de detalles que hay que controlar.

Los trasplantes capilares están indicados en personas, tanto hombres como mujeres, que sufren de alopecia androgenética y algunas de tipo cicatricial
Los trasplantes capilares están indicados en personas, tanto hombres como mujeres, que sufren de alopecia androgenética y algunas de tipo cicatricial
Estetic
29 marzo 2018 | 12:00 h
Archivado en:

En los últimos años ha habido un crecimiento en la demanda de injertos de pelo, siendo miles de pacientes los que acuden a centros especializados para intentar poner solución a sus problemas de alopecia. El microinjerto o trasplante capilar, es una cirugía estética mínimamente invasiva pero de elevada complejidad por la gran cantidad de detalles que hay que controlar.

La doctora Marina Garrido, cirujana de la Unidad capilar del Hospilar El Pilar nos explica qué factores se deben de tener en cuenta antes de someterse a esta intervención.

En primer lugar, es necesario saber si nuestra alopecia es candidata a algún tipo de trasplante ya que los trasplantes capilares están indicados en personas, tanto hombres como mujeres, que sufren de alopecia androgenética y algunas de tipo cicatricial.

Por tanto, antes de decidirnos a realizar un injerto capilar, debemos verificar que esta es la solución a nuestro problema.

Para ello, debemos consultar con un experto en Tricología médico-quirúrgica, que nos confirmará la causa que está provocando nuestra caída de cabello o alopecia, descartando que se deba a patologías autoinmunes, tiroideas y otras. Estas causas deben ser tratadas y controladas antes de plantearse realizar cualquier tipo de cirugía capilar. Si se trata de una alopecia androgenética en sus fases iniciales, lo más recomendable es iniciar otros tratamientos capilares como la bioestimulación capilar o la terapia con láser.

El microinjerto o trasplante capilar, es una cirugía estética mínimamente invasiva pero de elevada complejidad por la gran cantidad de detalles que hay que controlar

Por otro lado, debemos tener en cuenta si nuestro pelo es adecuado para realizar un trasplante. No todos los pacientes son buenos candidatos para un trasplante capilar. La idoneidad vendrá marcada por la extensión de la alopecia (que determinará el tipo y número de cirugías a realizar) y la calidad de la zona donante (densidad, grosor y tipo de pelo). Una vez analizados estos factores, hay que conversar con el paciente, para ajustar el tratamiento a las expectativas y posibilidades de cada caso.

En cuanto a quién debe realizar el trasplante, el fin principal que se busca con una cirugía capilar es, en la mayoría de los casos, recuperar la felicidad y la confianza en uno mismo. Es por esto que la elección del cirujano capilar que realizará la intervención es crucial. El cirujano debe estar especializado y capacitado para poder desarrollar esta técnica quirúrgica e, idealmente, estar centrado exclusivamente en tratamientos e intervenciones capilares. Así como contar con personal de enfermería cualificado, para formar un equipo con gran experiencia y destreza.

Asimismo, el diseño planteado debe ser estéticamente correcto, permitiendo aprovechar al máximo la cantidad de unidades foliculares extraídas, y respetando la naturalidad y la anatomía de cada paciente.

Es necesario que el cirujano y su equipo conozcan y dominen las 2 técnicas de extracción de microinjerto capilar: FUSS (de tira) y FUE (extracción folicular). Solo así, podrá aconsejar a cada paciente qué técnica es mejor para cada caso. Una vez decidida la técnica, el procedimiento debe ir encaminado a conseguir una extracción suficiente y adecuada para el caso, deben crearse las incisiones de forma que se consiga una densidad, dirección y angulación correcta del pelo. Y la implantación debe realizarse de forma eficaz: rápida y sin dañar el folículo.

Igualmente, una vez realizado el injerto capilar, cualquiera que sea la técnica utilizada, tendremos que proteger nuestro cuero cabelludo de las agresiones del sol y evitar realizar ejercicio físico intenso durante las primeras 3 semanas.

Se debe tomar una medicación, normalmente antibióticos y analgésicos para minimizar el riesgo de infecciones y el ligero edema facial y controlar las molestias de los primeros días. Podremos y deberemos lavar tanto la zona donante como la injertada, según las indicaciones del equipo de cirugía, de una forma cuidadosa y suave y con los productos de higiene adecuados.

Si seguimos estas pautas, se conseguirá recuperar la imagen perdida. Sólo debes apostar por un equipo que te asesore, te guíe y siga tu evolución en todo momento.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
Lo más leído