La cirugía secundaria o re-operación, consiste en reparar o mejorar cirugías estéticas realizadas previamente que pueden presentar un mal resultado estético final. A diferencia de los retoques, este tipo de cirugía lleva a cabo técnicas que representan un mayor reto quirúrgico.

Suele ser recurrente entre pacientes que, habiéndose sometido a intervenciones estéticas, no han conseguido los resultados esperados, aunque suele presentar un estrés emocional considerable de cara a una nueva operación, que implica una mayor responsabilidad por parte del profesional.

En este sentido, el doctor Diego Tomás, director de la Clínica que lleva su nombre y especialista en cirugía estética, nos habla con más detalle acerca del mundo que engloba la cirugía secundaria.

Una neglicencia médica durante primeras operaciones provoca la necesidad de una cirugía secundaria 

En primer lugar, los dos principales motivos por los que existe un gran número de pacientes con secuelas de cirugía estéticas son el intrusismo profesional y la falta de formación de los interventores. En efecto, alrededor de 10.000 médicos realizan intervenciones de cirugía estética sin realmente disponer del título correspondiente.

De manera análoga, el motivo más frecuente por el que un cliente desea una re-operación es el resultado de una mala técnica quirúrgica o planificación preoperatoria. La falta de un análisis exhaustivo previo a la intervención causa asimetrías y desequilibrios entre forma y tamaño.

Por otra parte, otra razón por la que existe la demanda de cirugía secundaria, es el uso de técnicas demasiado simples o mal elaboradas, que le dan al paciente una estética evidente que revela de su paso por el quirófano. Del mismo modo, pero de manera menos frecuente, un hematoma, una infección o un exceso de cicatrización pueden llevar a la cirugía secundaria.

Las reoperaciones más recurrentes suelen ser los casos de mamas, rinoplastias y cirugías faciales

Según indica el doctor Tomás, las operaciones que implican complicaciones más frecuentemente suelen ser los casos de mamas, rinoplastias y cirugías faciales. En cualquiera de los casos, el profesional especialista en cirugía secundaria, debe conocer todas las opciones para discriminar las posibles causas de los errores y buscar la mejor solución posible.

Por este conjunto de motivos, la re-operación requiere de una complejidad técnica y exige mayor exigencia y complejidad, por lo que debe ser realizada por verdaderos expertos. 

En principio, el objetivo del cirujano será conseguir la satisfacción de un cliente disgustado, aportando naturalidad y belleza gracias a una cirugía estética de calidad. Sin embargo, es importante que el cliente sea realista sobre este objetivo y se deje aconsejar por el profesional, evitando crear falsas expectativas. No siempre se puede conseguir quirúrgicamente lo que deseamos estéticamente.