Tips para el cuidado de la piel en verano

Desde Clínicas Planas nos dan unos consejos a tener en cuenta para que la exposición solar no dañe nuestra piel.

En verano es muy importante mantener un cuidado exhaustivo de la piel
En verano es muy importante mantener un cuidado exhaustivo de la piel
Estetic
26 junio 2018 | 22:00 h

Este año el verano se ha hecho esperar más de lo habitual y es precisamente por eso que debemos tener un cuidado más exhaustivo de nuestra piel. Y es que, todos estamos deseando recuperar las horas de sol y coger ese bronceado que sienta tan bien, pero es necesario que tengamos en cuenta algunos parámetros para que esta exposición sea sana.

Clínica Planas es consciente de ello y por eso, desde el departamento de dermatología nos exponen algunos consejos a tener en cuenta para coger un tono saludable, evitar el envejecimiento prematuro de las células de la piel y prevenir posibles lesiones precancerosas.

1. PIEL LIMPIA. En primer lugar, lo más importante a la hora de exponernos a los rayos del sol es que la piel esté limpia. De esta forma, los productos que nos apliquemos, tanto protectores como cremas, tendrán una mayor penetración en la piel y por lo tanto un mayor efecto.

La limpieza diaria debe realizarse con productos suaves que no irriten ni alteren el pH natural de la piel pero sí eliminen la suciedad y la grasa. La doctora Cristina Schepers, responsable de la unidad de dermatología de Clínica Planas recomienda que, antes de exponerse al sol se eliminen todas las impurezas mediante una exfoliación facial y corporal suave. Con la piel limpia los productos actúan de forma más profunda y la piel responde mejor ante el sol y las agresiones externas.

2. ANTIOXIDANTES NATURALES. Es recomendable que, durante los meses de verano, se modere el consumo de carnes y se aumente el de frutas y verduras, ricas en vitaminas como la A, C y E y antioxidantes como la astaxantina, el glutation y el licopeno.

La vitamina E tiene un papel fundamental en el cuidado de la piel. Previene la degeneración celular, ayuda en el proceso regenerativo en caso de cicatrices y acné y contribuye al aumento del flujo sanguíneo de la piel. Hay que recordar que la vitamina E siempre debe tomarse en su forma natural y acompañado de vitamina C.

Existen también complejos vitamínicos que pueden ayudarnos a recuperar un déficit de vitamina. Estos pueden ingerirse de manera oral mediante cápsulas o bien de forma tópica mediante cremas y serums. También es importante controlar los niveles de vitamina D3, una hormona con receptores y funciones en todos los órganos del cuerpo. En cualquier caso, es necesario acudir a un especialista para que nos paute las vitaminas necesarias.

3. PREPARAR LA PIEL PARA EL SOL. Una buena forma de reducir el impacto negativo de los rayos ultravioletas es realizar tratamientos que preparen la piel de cara a las primeras exposiciones solares.

En este sentido, se recomienda realizar un tratamiento de Bioestimulación Lumínica de baja intensidad que reduce la respuesta inflamatoria de los rayos ultravioleta sobre la piel. Tal y como comenta la doctora Schepers ''este tipo de tratamiento estimula las funciones energéticas de las células produciendo un aumento en la creación de colágeno y elastina asi como una regulación en el funcionamiento de los melanocitos y de las células epidérmicas y dérmicas. Como resultado, obtenemos un fortalecimiento de las defensas frente a la radiación UV que equivale a una protección solar del 15 de forma duradera''.

4. HIDRATACIÓN. La hidratación es un factor muy importante a la hora de tomar el sol. No solo debemos hidratar el cuerpo mediante la alimentación y la bebida sino que también debemos aplicar en la piel cremas y aceites hidratantes que ayuden a recuperar la humedad perdida. Gracias a ello combatimos el envejecimiento de las células de la piel y conseguimos que se recuperen tras la agresión del sol. Asimismo, debemos tomar suficientes grasas buenas, Omega-3, para recuperar el manto lipídico cutáneo y las membranas celulares. Estas se encuentran en las nueces, los aguacates y los pescados azules como las sardinas, los boquerones y el salmón.

5. USAR FOTOPROTECTOR ADECUADO. Para defender nuestra piel de los rayos ultravioleta, debemos utilizar un factor de protección adecuado al tipo de piel y a las condiciones de exposición solar, y aplicarlo de forma correcta, es decir, 10 minutos antes de la exposición y repetir el proceso cada 2 o 3 horas, especialmente tras el baño. Se recomienda usar como mínimo uno de 15 FPS en invierno y del 50+ en verano.

6. REALIZAR UNA EXPOSICIÓN PROGRESIVA. Por último, es importante seguir unas pautas adecuadas cuando tomemos el sol. En primer lugar debemos exponer la piel al sol de forma progresiva, en sesiones cortas durante los primeros días y evitar, en la medida de lo posible, exponer la piel cuando la luz ultravioleta es más intensa: de 12h a 16h.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
Lo más leído