¿Cómo cambian los patrones de sueño en los adolescentes? Así lo explica el pediatra Gonzalo Pin

El experto en sueño infantil aporta las claves en su nuevo libro, 'El sueño es vida'

Joven adolescente usando el móvil en la cama (Foto. Freepik)
Joven adolescente usando el móvil en la cama (Foto. Freepik)
Verónica Serrano
24 diciembre 2023 | 22:00 h

Según el Dr. Gonzalo Pin, pediatra y coordinador del Grupo del Sueño de la AEP, “uno de cada tres adolescentes que presentan problemas de sueño a los 16 años los tienen aún a los 23 años, y uno de cada 10, a los 42”. Así lo explica en su recién publicado libro, ‘El sueño es vida’, en el que también desmonta el mito de que los adolescentes necesitan dormir menos horas. De hecho, es todo lo contrario. 

'El sueño es vida', de Gonzalo Pin (Foto. Editorial Planeta)

La adolescencia es una etapa convulsa, llena de cambios hormonales, desarrollo cognitivo y nuevas demandas sociales y académicas, entre otras cosas, que hace que sean más conscientes de su futuro y de su transición a la vida adulta. En medio de este proceso, su cuerpo sufre transformaciones, como adelantábamos, y uno de los campos más afectados es el descanso, pues se suceden diversos cambios y nuevos comportamientos.

CAMBIOS EN EL SUEÑO ADOLESCENTE 

Respecto al ritmo circadiano o reloj biológico adolescente, su horario se retrasa cerca de dos horas en las niñas y tres en los niños durante la segunda década de sus vidas. Además, tienden a desarrollar una mayor sensibilidad a la luz en las últimas horas del día, por lo que no es recomendable que utilicen las pantallas y espacios iluminados durante esta franja horaria porque retrasan su conciliación del sueño por la síntesis de la melatonina.

Por otro lado, el pediatra destaca que el proceso de presión de sueño en los jóvenes varía, ya que concentran una mayor somnolencia durante el día y, cuando llega la noche, se encuentran más activos. Todo ello se une a que los horarios de irse a dormir durante los fines de semana no son los mismos que entre diario, algo que condiciona su cronotipo tipo ‘búho’ o vespertino, así como el déficit de sueño en los días escolares.

Contra lo que muchos piensan, los adolescentes necesitan dormir “de ocho a diez horas por noche”, aunque muchos de ellos duermen menos tiempo que los adultos. Sin embargo, los jóvenes se encuentran en una etapa de desarrollo en la que no puede faltar un buen descanso. El Dr. Pin recuerda que “el sueño es la piedra angular” para el correcto desarrollo.

Los adolescentes presentan una mayor presión de sueño a lo largo del día. De noche, se encuentran más activos

Otro de los cambios que se producen en la transición de la niñez a la adolescencia es el aumento de la fase NREM durante el sueño, que es la que se corresponde con la etapa de descanso más profundo y reparador. El pediatra infantil recuerda que “es un signo del paso del cerebro inmaduro infantil al cerebro maduro del adulto”.

El horario académico también influye en la calidad del sueño entre los adolescentes. El doctor explica que hay países que han retrasado el horario en el que comienzan las clases y se ha demostrado cómo un retraso en el inicio del horario escolar ha conllevado un aumento en la probabilidad de obtener más minutos de sueño, así como “una menor sensación de cansancio durante la jornada escolar”.

Durante la adolescencia, los jóvenes empiezan a tener sus primeros dispositivos electrónicos y un poco más de libertad para su uso. Un comportamiento muy extendido que se ha observado en ellos, tal y como explica el Dr. Pin, es que en las últimas horas del día es muy común usar estas tecnologías en el dormitorio. “Este uso se relaciona con un menor tiempo de sueño y con latencias de sueño más largas, lo que puede provocar un déficit crónico de sueño.

"Mejorar el sueño del adolescente es mejorar el sueño y la calidad de vida en etapas posteriores”

Revisados todos estos factores, comprobamos que durante la adolescencia el sueño “se complica”, tal y como reseña el experto. Y lo hace en 4 vertientes: a nivel biológico, psicológico, social y ambiental. Del mismo modo, señala que no podemos resolver esas complicaciones con vitaminas, suplementos o reconstituyentes, por lo que es fundamental educar en la concienciación sobre los buenos hábitos de descanso. De hecho, “mejorar el sueño del adolescente es mejorar el sueño y la calidad de vida no solo en la adolescencia, sino en etapas posteriores de la vida”, como dicta el pediatra, ya que es un periodo viral en el que está forjando su yo del futuro.

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