Este es el caso de la nueva moda de comerse las semillas de aguacate. Al parecer, el proceso sería el siguiente: quitar la semilla del fruto, dejarla secar y cuando esté lista (pasados unos días), machacarlo hasta hacerlo polvo para poder agregarlo a batidos o zumos de frutas y verduras.
Pero, ¿por qué habría que comerse una semilla que normalmente iría directamente a la basura? Según algunos blogueros, la semilla contiene el 70% de los beneficios nutricionales del aguacate.
"Las semillas de aguacate contienen ciertos compuestos tóxicos que no hay que ingerir"
Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Según numerosos estudios, las semillas del aguacate contienen ciertos compuestos tóxicos que los expertos no recomiendan ingerir, y aunque “supuestamente”, éstos tengan polifenoles, que son unos grandes antioxidantes, este principio también se puede encontrar en grandes cantidades en la propia carne del aguacate o en otros alimentos como el plátano, la piña, el té verde e, incluso, el vino tinto.Pero además, para intentar frenar esta loca tendencia, la Comisión del Aguacate de California, ha publicado un artículo (http://www.californiaavocado.com/blog/march-2016/is-it-safe-to-eat-the-avocado-seed) en el que desaconsejan la ingesta de estas semillas.
Y es que, si bien los defensores de esta nueva moda aseguran que las propiedades de las semillas del aguacate son “sorprendentes y a pesar de no ser parte de nuestra dieta, deberían serlo”, los nutricionistas afirman que los que señalan, son los mismos beneficios que aporta la propia carne de este fruto.
No olvidemos que el aguacate es muy saludable para la vista, ya que absorbe los rayos ultravioletas del sol, evitando que dañen la retina; tiene mucha vitamina E, para revitalizar la piel; mantiene el corazón sano; gracias a su alto beta-sitosterol ayuda a mantener bajos los niveles de colesterol; aumenta la absorción de nutrientes; y contribuye a mejorar y reparar un cabello seco, entre otras virtudes.
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