Por este motivo, desde el Instituto Macrobiótico de España (IME) se recomienda su consumo habitual. Lo indicado es una pequeña cantidad en la comida y en la cena.
Y es que, los encurtidos destacan por su acción desintoxicante, evitan los gases y la hinchazón abdominal, favorecen la digestión, activan el metabolismo, neutralizan el deseo de ingerir azúcar, combaten el estreñimiento y la diarrea; y permiten que la vesícula biliar asimile mejor las grasas. Junto a esto, ayudan a reforzar el sistema inmunológico y son ricos en vitamina C, ácido láctico, fólico y enzimas digestivas.
Los pickles más conocidos son las aceitunas, chucrut, el miso o la salsa de soja
“Debido al gran número de propiedades que aportan a nuestra salud los pickles, son altamente recomendados para los niños, ancianos y personas que tomen antibióticos, ya que éstos combaten cualquier tipo de bacteria del organismo”, ha destacado Patricia Restrepo, experta en nutrición y directora del IME.Según explica esta especialista, los mejores encurtidos son los que hayan estado al menos un mes en salmuera porque permitirán que los lactobacilus se activen de una forma adecuada.
LOS PICKLES MÁS CONOCIDOS
1. Ciruelas de umeboshi: son altamente alcalinizantes, antibióticas y antisépticas. Considerado como un alimento medicinal, protege frente a los resfriados, gripes, infecciones y otras anomalías producidas por un exceso de acidez en la sangre. Además, son muy efectivas en casos de exceso de mucosidad, vómitos o diarreas.
2. Miso: se trata de un fermento obtenido a partir de las habas de soja y sal marina completa que puede mezclarse con koji de arroz o koji de cebada. Además de compartir las propiedades del resto de encurtidos, el miso es un generador de vitalidad, elimina el cansancio, favorece la concentración y ayuda a eliminar las radiaciones de la sangre, entre otros beneficios.
3. Tamari: es un encurtido líquido que se obtiene a partir de la fermentación de la soja y no contiene trigo, por lo que es apto para celiacos y es perfecto como condimento para sopas o sushi.
4. Shoyu o salsa de soja: se consigue al fermentar soja con granos de trigo. Se trata también de una salsa líquida que, al igual que el tamari, es preferible agregar a los platos en el último momento de la cocción.
5. Tempeh: es resultado de la fermentación de la soja con Rhizopus. Se ha hecho muy popular en los últimos años por su poder nutritivo y su elevado nivel de vitamina B12.
6. Chucrut: col fermentada que ayuda especialmente a una mejor digestión de cualquier tipo de harina.
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