Bótox, ¿la solución para acabar con el exceso de sudor?

El bótox es un tratamiento rápido, económico y eficaz que puede acabar con el problema de la hiperhidrosis.

La hiperhidrosis puede eliminarse gracias al bótox
La hiperhidrosis puede eliminarse gracias al bótox
Estetic
7 mayo 2018 | 12:00 h

Sudar más de lo normal tiene un nombre: hiperhidrosis. Este problema afecta al 2% de la población de raza blanca y su porcentaje aumenta en pacientes de origen asiático, sobre todo en japoneses. Además, se presenta con más frecuencia entre los 25 y los 64 años y, en un 40% de los casos, suele haber algún familiar más que lo padece.

Y es que, la transpiración o sudoración es una función termorreguladora de nuestro cuerpo que trata de mantener nuestra temperatura constante en 37%. Sudamos cuando tenemos calor, en situación de tensión o con un mayor ejercicio físico, porque nuestro sistema nervioso produce la descarga que eleva nuestra temperatura.

Así pues, la hiperhidrosis hace referencia a la sudoración, es decir, al exceso de sudoración que generalmente se produce por las axilas y las palmas de las manos, y resulta tan difícil de controlar, a la vez que puede llegar a dificultar las relaciones sociales y laborales del paciente.  

En el caso concreto de la hipersudoración, la toxina botulínica genera un bloqueo de la función de las glándulas sudoríparas

No obstante, según ladoctora Ana María Téllez, existe un tratamiento rápido, económico y eficaz para acabar con este problema: el bótox.

La toxina botulínica (TXB) tipo A es la solución a la hipersudoración o hiperhidrosis. La TXB produce la inhibición de la liberación de acetilcolina (neurotransmisor), de forma que cuando un impulso nervioso alcance la unión neuromuscular no se produce la liberación de acetilcolina, y se induce una relajación muscular temporal y reversible.

Además, en el caso concreto de la hipersudoración, la toxina botulínica genera un bloqueo de la función de las glándulas sudoríparas, por lo que reduce la producción de sudor en las áreas donde se administra esta sustancia. La infiltración de toxina botulínica se realiza a través de agujas muy finas y el tratamiento tiene una duración de entre 40 y 60 minutos. 

Los efectos duran de seis meses a un año dependiendo de los casos, así pues durante este periodo de tiempo el paciente estará sin sudar por las axilas, o bien por las palmas de las manos, pero sudará igualmente en otras zonas.

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