Con el paso de los años, la piel pierde elasticidad y tersura dando paso a los primeros síntomas del envejecimiento. Aparecen arrugas, hundimientos y la mirada pierde intensidad y actitud. Existen infinidad de tratamientos de medicina estética con el fin de acabar con las imperfecciones propias de la madurez. En este sentido, el lipofilling, un tratamiento de cirugía plástica, es uno de los más eficaces del momento para tratar sobre todo arrugas y hundimientos.
Durante mucho tiempo, el litting ha sido uno de los tratamientos más empleados para combatir el envejecimiento facial; sin embargo, esta nueva técnica de la cirugía plástica puede aportar algunas ventajas extras. A continuación explicamos de qué trata este tratamiento y todos los beneficios que puede aportar para mejorar nuestro aspecto...
El lipofilling consigue perder el volumen de las áreas donde nos hemos sacado la grasa y ganarlo en la cara aportándole juventud y tersura
Pues bien, el lipofilling facial es una técnica de cirugía plástica que consiste en extraer grasa sobrante de alguna parte del cuerpo del paciente e infiltrarla como relleno natural en la cara. Habitualmente se inyecta en pómulos, surco nasogeniano y mandíbula para conseguir un efecto rejuvenecedor en el rostro y atenuar las arrugas. La intervención quirúrgica tiene una duración entre 2 y 4 horas y se realiza con anestesia general para una mayor comodidad del paciente.
DIFERENCIA CON EL LIFTING CONVENCIONAL
La diferencia que existe con el lifting convencional es que mientras el objetivo de éste es hacer incisiones en la piel para lograr estirarla, el lipofilling además de estirar la piel consigue, con la inyección de grasa, un doble objetivo: perder el volumen de las áreas donde nos hemos sacado la grasa y ganarlo en la cara aportándole juventud y tersura. Además, cabe añadir que no hay lugar a rechazo, ya que la grasa infiltrada es totalmente natural porqué es de nuestro propio cuerpo.
Entre los beneficios de este nuevo tratamiento destacan varios. Con la inserción de grasa propia en pequeñas cantidades se consigue una mejor regeneración de la piel ya que en ésta se encuentran células madre que ayudan a acelerar este procedimiento cutáneo. El resultado con este tipo de cirugía es más natural y duradero.
Asimismo, es una técnica muy efectiva porqué no deja ningún tipo de asimetrías ni ninguna marca en tu rostro a raíz de la intervención. Las agujas con las que se introduce la grasa son extremadamente finas y, por lo tanto, la cicatriz es imperceptible. Su principal objetivo es eliminar las arrugas o marcas de expresión en la piel, aportándole juventud y tersura. Conseguir un rostro más equilibrado y sano y corregir las imperfecciones de la piel producidas por el paso del tiempo.
RESULTADOS UNA VEZ ACABADA LA CIRUGÍA
Los resultados los veremos una vez acabada la cirugía. Son, prácticamente, inmediatos, pero tendremos que esperar unos 3 o 4 meses para valorar el resultado definitivo. Esta espera es fundamental ya que, con el tiempo, una parte de grasa infiltrada será absorbida por el cuerpo.
Sin embargo, hay que tener cuenta que en la Cirugía se inyecta un exceso de grasa para que al terminar el postoperatorio los resultados sean los deseados y el paciente no tenga que volver a pasar por la intervención.
Los médicos recomiendan para una mayor durabilidad de la grasa infiltrada y, por lo tanto, un mejor resultado, dejar el alcohol, el tabaco y prescindir de la exposición solar.