¿Solución para unir los tres conceptos? Desde Kaiku Sin Lactosa nos explican los do's y don'ts necesarios para consumir helados sin remordimientos.
DO'S
1. Los helados, caseros. Los ingredientes deben ser simples: leche entera para garantizar una buena textura, nata ligera, la cantidad justa de azúcar para endulzar sin dejar de ser saludable, huevos y esencia de vainilla natural. Los lácteos utilizados deben ser sin lactosa para obtener una textura cremosa sin resultar pesada y una digestión ligera.
2. En el duelo fruta vs. sabores artificiales se ha de apostar siempre por la primera, favoreciendo el contenido de ingredientes naturales en el helado: melocotón, fresas, frutos rojos, limón o, incluso, frutas de temporada como la sandía. Son los ingredientes base para la versión más ligera del postre más popular del verano.
3. Como en todo, a la hora de disfrutar en verano se debe tener en cuenta la palabra moderación, teniendo en cuenta que el helado es más un suplemento a una dieta equilibrada que un componente básico de la misma. Combinar el consumo de helados con alternativas más saludables como yogures desnatados y frutas garantiza una dieta equilibrada, sin privarse de nada.
1. Excederse no es una opción. Frío y sabroso: dos adjetivos en apariencia positivos pero que pueden convertirse en todo un peligro si no se separa el helado en porciones, evitando así una digestión pesada.
2. Comer con remordimientos es una de las peores prácticas cuando se trata de llevar la operación verano a buen término. Para ello, conviene recordar los beneficios nutricionales aportados por el helado: es una fuente de vitaminas y minerales y proporciona mucha energía por su elevado contenido nutricional.
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