Facial Yoga Plan, una alternativa para ejercitar el rostro en vacaciones

Diana Bordón nos ofrece unos sencillos ejercicios para no abandonar el ejercicio de los músculos faciales durante los meses de verano.

Estetic
17 julio 2017 | 23:59 h
Facial Yoga Plan, una alternativa para ejercitar el rostro en vacaciones
Facial Yoga Plan, una alternativa para ejercitar el rostro en vacaciones
No importa si viajas en avión, estas es una playa paradisiaca o recorriendo mundo, porque sólo necesitas unos minutos libres para ejercitar tu rostro y así mantener la piel elástica, liberar los signos de fatiga y conseguir llegar a tu destino con la cara perfecta.
Esta técnica rejucenece, releja, previene la flacidez, mejora la respiración, activa y tonifica, mejora la circulación; y previene las arrugas

Y es que, nuestra cara está compuesta por más de 45 músculos que debemos tonificar al igual que el cuerpo… Para ello, la técnica del Yoga Facial es muy completa. De hecho, rejuvenece, relaja y libera estrés, previene la flacidez, mejora la respiración, activa y tonifica, mejora la circulación; y previene la aparición de arrugas.

En este sentido, Diana Bordón, especialista en Yoga Facial, nos propone unos sencillos ejercicios para poder hacer este verano estés donde estés:

1. Coge tu móvil y úsalo de espejo.

2. Cogemos aire por la nariz y como si fuéramos a soltarlo por la boca, lo retenemos y lo movemos hacia el lado derecho estirando bien los pómulos y sus músculos contamos hasta tres, lo llevamos hacia el medio en la zona de la boca jugamos cambiando con el labio superior e inferior contamos hasta tres y lo cambiamos hacia el lado izquierdo contamos hasta 3 y soltamos el aire.

3. Ponemos la boca en forma de O bien estirada hacia abajo, notamos como se estiran todos los músculos de la cara, llevamos la mirada hacia arriba y notamos la resistencia que esto produce en nuestro rostro, contamos hasta 10 siempre mirando hacia arriba, relajamos cerrando los ojos, contamos hasta tres y repetimos el ejercicio en tres veces más.

4. Nos concentramos en los músculos del parpado inferior, miramos a un punto fijo y como si una luz nos deslumbrara hacemos parpadeos pequeños sin cerrar el ojo moviendo el parpado inferior y el superior a la vez, repitiendo los movimiento veces veces, para después cerrar el ojo y, acto seguido, abrirlo muy intensamente, sin arrugar la frente. Luego repetimos cinco veces más el mismo ejercicio.
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