Mesoterapia, el método para combatir el melasma

El melasma es una discromía oscura, difusa y simétrica, que se localiza generalmente en mejillas, frente y zona peribucal.

El melasma es una de las manchas que más incidencia tiene entre la población femenina
El melasma es una de las manchas que más incidencia tiene entre la población femenina
Estetic
26 junio 2018 | 12:00 h

El melasma, una discromía oscura, difusa y simétrica, que se localiza generalmente en mejillas, frente y zona peribucal, es una de las manchas que más incidencia tiene entre la población femenina. En realidad, es una afección sin causa exacta conocida, que tiene un trasfondo hormonal y empeora con la radiación ultravioleta. No se trata de una alteración de las hormonas propiamente dicha, sino de una sensibilización aumentada frente al sol que dichas hormonas producen, en determinadas zonas de la cara.

También llamado cloasma o ''paño'' a nivel coloquial, tiene mayor incidencia entre las mujeres jóvenes y especialmente, entre aquellas que toman o han tomado anticonceptivos, entre las que se someten a tratamientos de fertilidad o tienen embarazos, las que tienen antecedentes familiares, y las asiduas a las camas de bronceado. Únicamente los melasmas idiopáticos, sin causa conocida, no responden a ninguno de estos antecedentes.

''De todos los tipos de manchas, la más difícil de tratar es el melasma'', señala Emiliano Grillo, dermatólogo del Instituto Médico Láser. Sin embargo, existen tratamientos para eliminarlo. Por ejemplo, evitar posibles factores desencadenantes como los anticonceptivos, o utilizar fotoprotección de amplio espectro a diario y aplicar productos despigmentantes como los retinoides, el ácido azelaico, la hidroquinona, etc, constituyen procedimientos comunes, que obtienen resultados variables y no siempre predecibles.

La mesoterapia con ácido tranexámico es la gran novedad contra las manchas

No obstante, para incrementar su eficacia, existen técnicas en consulta como los peelings químicos o la despigmentación con láser Picosure, que es el que obtiene mejores resultados por reducir la intensidad del melasma en pocas sesiones y evitar inoportunos rebrotes. La elección de uno o de otro, así como su posible combinación, depende únicamente del criterio médico.

Así pues, la mesoterapia con ácido tranexámico es la gran novedad contra las manchas, especialmente contra los casos más recalcitrantes y difíciles del melasma, que puede tratarse con este activo de nueva generación, tantas veces como las recidivas y con idéntica eficacia.

Y es que, el ácido tranexámico en efecto, es un medicamento sintético, semejante a la lisina (aminoácido esencial), que interacciona fácilmente con el agua (hidrofílico) y tiene la capacidad de inhibir la tirosinasa, enzima necesaria para la síntesis de la melanina. La posibilidad de introducirlo en la dermis mediante microinyecciones, justo donde se gesta la pigmentación e interferir su desarrollo, le convierte en una herramienta terapéutica de primer orden.

Según el Instituto Médico Láser, ''es tan sencilla como cualquier mesoterapia de vitaminas. Tras la aplicación de la crema anestésica, el ácido tranexámico se inyecta localmente en la zona de la mancha, depositándolo en forma de micropápulas. Para mayor eficacia se combina con el Picosure, láser que opera en picosegundos. Trabajándolo a baja intensidad, previa administración de la mesoterapia, se obtienen grados óptimos de satisfacción por prácticamente la totalidad de las pacientes''.

Los resultados se manifiestan progresivamente, aunque el aclaramiento de la mancha se percibe tras la segunda sesión. Hacen falta alrededor de 4 o 5 sesiones, con intervalos de dos semanas entre una sesión y la siguiente.

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