Hay algunas profesiones o eventos imprevistos que trastocan el horario convencional del sueño. Aquellas personas que hacen guardias de noche, como es el caso de muchos sanitarios, o incluso aquellas que han dormido poco pueden sentir un desequilibrio razonable en sus niveles de energía durante el resto de su día, un motivo que puede empujarles a renunciar a su rutina deportiva.
Para dar continuidad a la vida saludable, no hay que renunciar a ello, sino buscar el momento en el que más conviene entrenar con el objetivo de aprovechar los niveles de energía del organismo. Y, ahora, sabemos cuál es el mejor momento del día para hacer ejercicio después de una guardia, del turno de noche o de haber dormido poco, gracias a un estudio firmado por varios investigadores australianos que el Dr. Antelm Pujol (@AntelmPujol), residente de tercer año de Endocrinología y Nutrición, especialista en Nutrición Deportiva y divulgador en redes, ha compartido en X:
La razón de fondo que motivó dicho estudio era identificar cómo la pérdida de sueño puede influir en el rendimiento físico posterior. Para llegar a las conclusiones, los autores del estudio cruzaron los datos de varias investigaciones de distintas bases de datos, en las que se medía el rendimiento del ejercicio bajo condiciones de sueño normal (mayor a 6 horas en cualquier período de 24 horas) e ‘intervención’ o pérdida de sueño (menos de 6 horas de sueño en 24 horas).
Los análisis de rendimiento deportivo se clasificaron, además, en distintas categorías de ejercicio. También se pusieron en valor otros metaanálisis y variables, como la hora del día en la que se realizaba el ejercicio, la fuerza de las extremidades superiores vs. las inferiores o el momento del sueño en el que se producía la pérdida de sueño (inicio tardío del sueño, despertar antes de lo normal, privación…).
“La pérdida de sueño parece tener un impacto negativo en el rendimiento del ejercicio”
Con todo ello, los autores del estudio llegaron a la conclusión de que “la pérdida de sueño parece tener un impacto negativo en el rendimiento del ejercicio”. Por ello, lo que recomiendan es "evitar situaciones que conduzcan a experimentar privación o restricción tardía, y priorizar el ejercicio matutino en un esfuerzo por mantener el rendimiento”.
En palabras del Dr. Pujol, en estos casos lo mejor es entrenar “lo antes posible”, ya que, “por cada hora de sueño perdido, cae un 0,4% el rendimiento deportivo”, tal y como se desprende del estudio.