La enfermedad de Lyme es una infección bacteriana transmitida por garrapatas, cuyos síntomas principales (fiebre, dolor de cabeza, fatiga o erupción), desaparecen generalmente cuando la infección se cura. Sin embargo, hay determinados pacientes que continúan experimentando fatiga, problemas de memoria, alteraciones del sueño y dolores corporales durante meses o años.
Es fundamental la prevención frente a esta enfermedad, puesto que con ello se evita padecerla tanto en su forma leve como en su forma crónica. Por ello, la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) se ha hecho eco, a través de su cuenta en la red social X, anteriormente Twitter, de la campaña que la Asociación de Lyme Crónico de España ha lanzado para que la población se proteja de la enfermedad.
Así, ha publicado una infografía en la que se explica en qué lugares puede haber garrapatas, qué hacer en caso de que el paciente haya sufrido su mordedura o, incluso, cómo extraerlas. Los principales lugares en los que puede haber garrapatas son los campos, las zonas boscosas, los parques y jardines o los animales, como mascotas o ganado.
La mordedura de las garrapatas no pica ni duele, lo que hace que pueda pasar desapercibida
Su mordedura no pica ni duele, lo que hace que pueda pasar desapercibida. Esto evidencia la importancia de inspeccionar zonas del cuerpo, como la cabeza, las orejas, el cuello, las axilas, el ombligo, las ingles o detrás de las rodillas. Estas partes se caracterizan por una piel muy fina, en la que las garrapatas pueden engancharse fácilmente. Además, son zonas difíciles de inspeccionar. A su vez, es importante revisar también a las mascotas.
Si, tras la inspección, el paciente encuentra una lesión rojiza, puede ser que haya sido mordido. Sin embargo, la infografía recuerda que dicha lesión no siempre aparece y, cuando lo hace, no siempre es de forma clara. En la cabeza no suele aparecer, y en las pieles oscuras puede pasar desapercibida.
En caso de que la persona haya sido mordida, es importante que actúe lo antes posible, y que haga una foto a la garrapata enganchada a su cuerpo. A continuación, debe extraerla con ganchos específicos, siguiendo las instrucciones del producto, o con pinzas finas sin dientes ni punta roma. En este caso, se debe deslizar la pinza por la piel hasta agarrarla por la cabeza, realizar una presión suave y constante y tirar de ella ascendentemente con suavidad y continuidad.
Es fundamental que nunca se arranque, queme ni se echen productos sobre ella. Tras ello, se debe comprobar si ha quedado algún resto y, en caso afirmativo, acudir al médico. La zona de la mordedura debe ser desinfectada y la garrapata se tiene que congelar en un bote de cristal, por si fuera necesario analizarla más adelante.
La infografía destaca que “protegerse de las garrapatas es proteger su salud”
Si a los pocos días de esto, el paciente se encuentra mal o tiene el eritema, es determinante acudir al médico. Los síntomas son similares a los gripales, pues engloban fiebre, dolor de cabeza, muscular u otros. En caso de que aparezca la mencionada lesión en la piel, es necesario hacer una foto y conservarla.
La infografía destaca que “protegerse de las garrapatas es proteger su salud”. En este sentido, la Asociación de Lyme Crónico de España recuerda prestar atención cuando se vaya al campo. La ropa de color claro, los pantalones largos con calcetines por encima y las camisetas de manga larga metidas por el pantalón, ayudan a protegerse de las garrapatas. Así mismo, el calzado cerrado es también fundamental.
Caminar por el centro de los caminos, evitando la vegetación alta, y emplear repelentes específicos para ropa ayudan a eludir las garrapatas. Además, tras el paseo, es importante ducharse y revisar todo el cuerpo.