Extraen del cerebro de una mujer un gusano vivo de 8 centímetros "que se retorcía"

Los hechos han ocurrido en Australia y todo apunta a que el contagio se produjo por el consumo de larvas que habitan en los excrementos de serpientes pitones

Detección de infección por nematodos Ophidascaris robertsi en una mujer de 64 años  (Foto. Emerging Infectious Diseases)
Detección de infección por nematodos Ophidascaris robertsi en una mujer de 64 años (Foto. Emerging Infectious Diseases)
veronica serrano
31 agosto 2023 | 10:00 h
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Los médicos del Hospital de Canberra (Australia) le han extraído del cerebro un gusano de 8 centímetros de longitud a una mujer de 64 años. Los hechos ocurrieron el pasado junio de 2022 y causaron el asombro de todo el equipo sanitario, que lo han descrito como “una nueva infección nunca antes documentada en un ser humano”. Según ha declarado para la BBC Sanjaya Senanayake, médico especialista en enfermedades infecciosas y miembro del equipo, "todos en ese quirófano sufrieron el shock de su vida cuando el cirujano tomó unos fórceps para detectar una anomalía. Y la anomalía resultó ser un gusano vivo, de color rojo claro, de 8 centímetros, que se retorcía”.

"Era un helminto vivo y móvil, de 8 centímetros de largo y de 1 milímetro de grosor"

El extraordinario caso ha sido recientemente documentado en la revista Emerging Infectious Diseases, donde cuentan que la mujer reunía una serie de síntomas que le habían llevado a sufrir un cuadro “inusual”, que combinaba dolor de cabeza, dolor abdominal, diarrea, tos seca y sudores nocturnos, con trastornos neurológicos como pérdidas de memoria y depresión. Estos síntomas hicieron que la paciente ingresara en el hospital a comienzos de 2021 y que pasara las siguientes semanas de pruebas médicas e ingresos hospitalarios recurrentes.

Sin embargo, en un periodo de tres meses en 2022 la mujer notó un empeoramiento en su pérdida de memoria y depresión. Fue durante una resonancia magnética cerebral cuando los expertos terminaron descubriendo “una lesión del lóbulo frontal derecho” en la paciente, así que en junio de 2022 procedieron a realizarle una biopsia abierta: “Notamos una estructura en forma de hilo dentro de la lesión, que eliminamos. Era un helminto vivo y móvil, de 8 centímetros de largo y de 1 milímetro de grosor. Se trataba de una larva de tercer estadio de ophidascaris robertsi”, relatan en la revista.

LA HIPÓTESIS DEL CONTAGIO

El gusano ophidascaris robertsi es común en serpientes pitones ‘de alfombra’, un tipo de reptil no venenoso muy común en Australia. Todo apunta a que el contagio se produjo cuando en algún momento la paciente había recolectado hojas de Warrigal para la cocina en un lago cercano a su casa y en el que precisamente habitan este tipo de animales, pudiendo dejar larvas con sus excrementos: “Nuestra hipótesis es que, sin darse cuenta, consumió huevos de O. robertsi, ya sea directamente de la vegetación o indirectamente mediante la contaminación de sus manos o el equipo de cocina”, señala el equipo médico.

"Incluso si se elimina el factor asqueroso, se trata de una nueva infección nunca antes documentada en un ser humano"

Seis meses después de haberse producido la cirugía, la paciente había mejorado sus síntomas, aunque los problemas neuropsiquiátricos persistían. Por las características del parásito, los médicos creen que el gusano vivió durante dos meses en el cerebro de la mujer, mientras que la migración de las larvas dentro del organismo habría afectado a múltiples órganos, causando lesiones pulmonares, hepáticas y neurológicas.

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