Este miércoles 21 de junio se celebra el Día Mundial de llevar el perro al trabajo, una iniciativa que no pasa desapercibida para los amantes de los animales. Su origen se remonta a 1996 y, lugares como Estados Unidos o Reino unido, fueron los pioneros de esta práctica para fomentar los beneficios que suponen la compañía de las mascotas.
Desde AniCura, familia de hospitales y clínicas para animales, insisten en el bienestar asociado a la compañía animal y, recalcan, que no solo es beneficiosa en lugares de trabajo, también hablan de “los beneficios de llevar a las mascotas a lugares públicos como hospitales o residencias de la tercera edad”.
La productividad es otro de los factores que pueden verse incrementado con la presencia de los animales y, en este caso, con la compañía de un perro
Esta compañía está vinculada a un aumento del bienestar individual de las personas, favoreciendo a los niveles de estrés o ansiedad laboral, e incluso aumentando la satisfacción y la capacidad de conciliación. La productividad es otro de los factores que pueden verse incrementado con la presencia de los animales y, en este caso, con la compañía de un perro.
Desde el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH) aseveran que la compañía animal y las interacciones humano-animal “disminuye los niveles de cortisol”, la hormona implicada en el aumento o disminución de los niveles de estrés. Además, otro factor como la presión arterial se ve altamente favorecido, con una reducción notable gracias a la presencia de un animal.
TERAPIA ASISTIDA CON ANIMALES
Ir a trabajar con tu perro es un claro indicador de felicidad, pero su compañía también puede servir como un beneficio terapéutico demostrado. La terapia asistida con animales (TAA) es, según el Grupo de Especialidad en Medicina del Comportamiento Animal (GEMCA), la interacción humano-animal con un fin terapéutico “como parte integral de un proceso rehabilitador”. El profesional sanitario es el encargado de marcar los pasos a seguir, y “un técnico en IAA es quien guía al animal”.
Son los perros de terapia los aliados de este proceso, quienes acompañan a personas que se encuentran en hospitales o residencias. La Dra. Ann Berger, según el NIH, asegura que “su atención se centra en la persona todo el tiempo”, quien asegura que saben dónde, cuándo y cómo tienen que estar en su labor por asistir y acompañar a personas enfermas.
Los perros en particular, y los animales de compañía en general, son una fuente de consuelo y apoyo constante y su relación con la mejora del bienestar humano es cada vez más estrecha. Estar cerca de un animal es suficiente para comprender la sensación tan gratificante que implica su compañía. Sus efectos positivos en la salud mental de las personas, y también en la física, son un claro indicador del beneficio que existe en el contacto entre animales y personas.