Orden de alejamiento por darle lejía a su hija de 12 años "para protegerla de virus y radiaciones"

El padre ha asegurado a la Audiencia Provincial de Valladolid que "un médico le había dicho que era buena para matar patógenos".

Un padre da lejía a su hija de 12 años para protegerla de la radiación y los virus. (Foto. Freepik)
Un padre da lejía a su hija de 12 años para protegerla de la radiación y los virus. (Foto. Freepik)
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27 septiembre 2021 | 14:20 h

La Audiencia Provincial de Valladolid ha dictado una orden de alejamiento de un padre a su hija de doce años por darle dióxido de cloro para “protegerla de virus y radiaciones”.

El progenitor no podrá acercarse a menos de 300 metros ni comunicarse con su hija y además, queda suspendido el régimen de visitas. Según recoge el texto judicial al que ha tenido acceso ConSalud.es, el progenitor ha sido acusado de un delito de lesiones por atentar contra la integridad física de la menor.

El auto judicial informa que el padre llevaba dos meses dándole una bebida a la que se refería como “agua amarilla”, consistente en dióxido de cloroLa menor explica que la mezclaba con agua porque “cuando la tomó al principio, le dolía la garganta”. Su padre aseguraba que era buena “para quitar los metales malos de las radiaciones” y que “un médico le había dicho que era para matar patógenos”. De hecho, el vallisoletano lleva tomando esa solución desde enero ya que “no le habían dicho que era perjudicial”.

No existe “evidencia científica de que sea eficaz para tratar o prevenir la Covid-19 ni ninguna otra patología”

Además, le habría dado a su hija las botellas y jeringuillas para que la niña tomara la sustancia cuando no estuviese con él. Al enterarse, la madre la llevó al médico, donde le hicieron análisis y le dijeron que dejara de ingerir dicha sustancia.

La justicia ha determinado que, según establece la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), el consumo de dióxido de cloro y de clorito de sodio, “supone un grave riesgo para la salud” y no existe “evidencia científica de que sea eficaz para tratar o prevenir la Covid-19 ni ninguna otra patología”.

Además, “su consumo directo puede producir dolor abdominal, náuseas, vómitos o diarrea, que pueden llevar a deshidratación, fallo renal, anuria, anemia hemolítica y metahemoglobinemia”. Asimismo, sus vapores pueden causar irritación ocular o respiratoria, broncoespasmo o incluso edema pulmonar”.

Es por este motivo que la juez de instrucción ha determinado que la niña se encuentra en una “situación objetiva de riesgo” por lo que se requieren medidas de protección.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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