La información errónea sobre COVID-19 se está extendiendo desde Estados Unidos a Canadá, lo que socava los esfuerzos para mitigar la pandemia. Un estudio dirigido por la Universidad McGill muestra que los canadienses que usan las redes sociales tienen más probabilidades de consumir esta información errónea, adoptar creencias falsas sobre COVID-19 y, posteriormente, difundirlas.
Muchos canadienses creen que las teorías de la conspiración, los consejos médicos de fuentes deficientes y la información que trivializa el virus, aunque los medios de comunicación y los líderes políticos del país se han centrado generalmente en proporcionar información científica confiable. Entonces, ¿cómo se está extendiendo la información errónea con tanta rapidez?
Los canadienses que usan las redes sociales tienen más probabilidades de consumir esta información errónea
"Muchos canadienses están luchando por comprender la negación del COVID-19 y las actitudes contra la vacunación entre sus seres queridos", dice el autor principal Aengus Bridgman, candidato a doctorado en Ciencias Políticas en la Universidad McGill bajo la supervisión de Dietlind Stolle. Según el estudio, publicado en Frontiers in Political Science , estas actitudes son en parte el resultado del consumo canadiense masivo de información de Estados Unidos.
Los investigadores analizaron los comportamientos de los 200.000 usuarios canadienses más activos de Twitter y realizaron encuestas sobre los hábitos de consumo de noticias y las creencias sobre el COVID-19 de los canadienses. Descubrieron que quienes usan las redes sociales están relativamente más expuestos a la información de EE. UU. Que las fuentes de información nacionales, y que la exposición a los medios de comunicación de EE. UU. se asoció con percepciones erróneas sobre COVID-19.
También encontraron que la mayor parte de la información errónea que circula en Twitter compartida por los canadienses fue retuiteada de fuentes estadounidenses. Los canadienses que siguieron a más usuarios estadounidenses tenían más probabilidades de publicar información errónea.
CANADA NO ES INMUNE A LA INFODEMIA ESTADOUNIDENSE
Si bien ha habido un consenso partidista canadiense sobre la lucha contra el COVID-19, el clima político en los Estados Unidos es muy diferente. Al sur de la frontera, existe una intensa polarización sobre la gravedad de la pandemia, y la desinformación se ve reforzada tanto por los medios de comunicación estadounidenses como por figuras políticas.
La información que circula en los Estados Unidos también impacta profundamente a los canadienses, para bien o para mal. Esto es especialmente cierto en los espacios de las redes sociales, donde los canadienses se encuentran entre los usuarios más habituales: uno de cada dos está en Instagram, cinco de cada seis están en Facebook y dos de cada cinco están en Twitter. Además, los canadienses prestan especial atención a los medios estadounidenses. "En promedio, siguen tres veces más estadounidenses que canadienses en Twitter, y los retuitean ocho veces más a menudo", dice el coautor Taylor Owen, profesor asociado de la Escuela de Políticas Públicas Max Bell de la Universidad McGill.
Esta influencia produce una vulnerabilidad preocupante para Canadá durante la pandemia
Según los investigadores, esta influencia produce una vulnerabilidad preocupante para Canadá durante la pandemia. "Es difícil para los periodistas, científicos y expertos en salud pública canadienses ser escuchados por el canadiense promedio, dado todo el ruido generado por las fuentes estadounidenses", dice Bridgman. "Los países con periodistas y líderes políticos que no se entregan a las teorías de la conspiración o profesan puntos de vista anticientíficos simplemente no son inmunes a las peligrosas infodemias".
ENCONTRAR UNA CURA
Aunque muchos canadienses eligen consumir noticias de EE. UU., Las plataformas de redes sociales probablemente desempeñen un papel clave en la profundización de este interés, dicen los investigadores.
Sus algoritmos no solo saturan los flujos de información con noticias estadounidenses, sino que también propagan noticias falsas mucho más rápido que las noticias fácticas. Al privilegiar el contenido que genera respuestas emocionales de los usuarios, los algoritmos ayudan a difundir información errónea como la pólvora.
Los gobiernos que deseen limitar la propagación de infodemias deberían considerar las formas en que las plataformas de redes sociales llevan la información de fuera del país a la parte superior de las fuentes de noticias. "Esta infodemia tiene la capacidad de cambiar actitudes y comportamientos importantes que influyen en los patrones de transmisión de COVID-19. En última instancia, puede cambiar la escala y la letalidad de una pandemia", dice Owen.