En 2020, el grupo Sanitas, cuyo CEO es Iñaki Ereño, prácticamente mantuvo estable la cifra de ingresos de su actividad en España, que supuso 2.202 millones de euros (+0,50% vs. 2019). El beneficio de explotación bajó hasta 172 millones de euros (- 11%). Estos resultados reflejan, por un lado, que los negocios de provisión asistencial - hospitales, clínicas dentales y residencias de mayores- se han centrado a lo largo del año pasado en atender a pacientes afectados por la COVID-19. Ello, unido a las restricciones de la movilidad durante el confinamiento, ha reducido sus ingresos. Adicionalmente, durante el año se realizó un gran esfuerzo para ampliar la capacidad asistencial de los hospitales. En tiempo récord se duplicó el número de camas de hospitalización y se aumentó un 60% el número de UCIs, para lo cual se construyeron dos hospitales de campaña en Madrid. Además, se dedicó una parte significativa de recursos a aumentar las plantillas de personal asistencial y a dotar de equipos de protección y equipamiento médico a los profesionales, que han podido trabajar con los niveles de seguridad más altos y ofrecer a clientes y proveedores el mejor servicio. Por otro lado, Sanitas se implicó en tratar a todos los pacientes, tanto asegurados como pacientes derivados de la sanidad pública, que fueron atendidos en sus centros propios y concertados. En total, más de 5.700 personas fueron ingresadas en Sanitas por COVID-19 el año pasado. Durante este tiempo, además, los pacientes de Sanitas con patologías distintas de la COVID-19 pudieron seguir accediendo a servicios de asistencia sanitaria por videoconsulta, hasta un total de 640.000 en el año.