El pasado mes de enero, Bristol-Myers Squibb (BMS) anunciaba la adquisición de Celgene. Este acuerdo de fusión definitivo supone, según informaban desde BMS, una transacción de efectivo y acciones con un capital valor de aproximadamente 74.000 millones de dólares (65.221 millones de euros). Dicha transacción “creará una empresa líder en el sector biofarmacéutico en la atención a las necesidades de pacientes con cáncer, enfermedades inflamatorias e inmunológicas y cardiovasculares”, apuntaba la compañía. “Como resultado de la fusión, mejoraremos nuestras posiciones de liderazgo en toda nuestra cartera. También nos beneficiaremos de un plan ampliado de etapas iniciales y avanzadas que incluye seis lanzamientos de productos a corto plazo", declaraba Giovanni Caforio, presidente y director oficial ejecutivo de Bristol-Myers Squibb. Finalmente, esta operación de compra, que se espera sea un hecho a finales de 2019, principios de 2020, culminará con Roberto Úrbez como director general de BMS tras la fusión.