La farmacéutica catalana Grifols se encuentra en el punto de mira desde la publicación del preocupante análisis del fondo bajista Gotham City Research, que les acusaba directamente de manipular sus cuentas y engañar a los inversores. Una noticia que provocó que las acciones de la compañía cayeran en bolsa durante varios días seguidos y que la confianza de los inversores desapareciese.
Pasada ya una semana y vistos los intentos de solucionar este problema por parte de Grifols, surge la pregunta sobre qué consecuencias tendrá este suceso en su reputación empresarial. Juan Cardona Soriano, consejero de PROA Comunicación, indica que la situación actual de Grifols, que ha visto una disminución de casi el 40% de su valor en una semana “ilustra la fragilidad de la reputación corporativa”.
Cardona señala que los consejos de Administración deben aportar un enfoque más proactivo y estratégico, que pasa por impulsar un modelo de gestión prudencial
Según apunta, este caso resalta cómo la reputación puede ser vulnerable no solo en torno a los errores internos, sino también a intereses externos relacionados con un entorno impulsado por un mayor empoderamiento de los stakeholders, una regulación más estricta, la creciente incertidumbre, y una competencia agresiva, donde “todo vale”.
En cuanto a la respuesta que deberían dar, Cardona señala que los consejos de Administración deben aportar un enfoque más proactivo y estratégico, que pasa por impulsar un modelo de gestión prudencial a través de establecer niveles de tolerancia al riesgo y asegurándose de que estos principios se reflejen en la cultura corporativa.
Por otro lado, el experto menciona la capacidad demoledora del mundo digital, en el que las empresas deberían estar especialmente atentas ante los múltiples debates sociales. Sobre todo, cuando se tratan de escándalos y crisis que pueden desencadenar un efecto muy negativo sobre la compañía. En esta misma línea, recomienda la gestión proactiva de la comunicación, para “manejar situaciones delicadas con transparencia y eficacia”, siempre aprendiendo de las situaciones vividas, ya que “El ‘caso Grifols’ nos enseña que ningún negocio está exento de riesgos reputacionales”.