Las farmacéuticas, biotecnológicas, empresas de dispositivos y servicios médicos, las aseguradoras y las compañías tecnológicas, entre muchas otras del sector salud, comienzan a publicar sus resultados financieros del primer semestre del año. No obstante, parece que se trata de un ejercicio poco esperanzador para el parqué español…
Y es que, la última empresa española del sector que ha debutado en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) ha sido Pangaea Oncology, una compañía de servicios médicos enfocada en la oncología de precisión que comenzó a cotizar el 29 de diciembre de 2016, como informamos en su momento en ECSalud.com.
Concretamente, la compañía cerró una ampliación de capital por valor de 3,8 millones de euros y una capitalización inicial de 28,6 millones. No obstante, actualmente su capitalización alcanza los 28,5 millones de euros, y su último precio de referencia recoge 2,69 euros por acción.
También en el 2016, pero en este caso en el mes de julio, Atrys Health saltó al MAB convirtiéndose en la penúltima compañía del mercado sanitario de nuestro país que ha cotizado sus acciones en el mercado bursátil.
Se trata de una empresa dedicada a la prestación de servicios diagnósticos y tratamientos médicos de excelencia que comenzó con una capitalización bursátil de 16,5 millones de euros. En cambio, un año después esta cifra se ha incrementado hasta los 17,39 millones y su precio de referencia registra 1,56 euros por acción.
NEURON BIO, DEL ÉXITO A LOS NÚMEROS ROJOS
Para ver alguna otra salida al MAB por parte del sector salud, ya hay que remontarse al año 2015, cuando la filial de Neuron Bio, denominada Neol Biol, incorporó a negociación el 100% de sus acciones, que finalmente se estrenaron en el parqué el 9 de octubre de ese año con el objetivo de posicionarse como una empresa biotecnológica de referencia.
Sin embargo, lejos de la realidad, casi dos años después, la situación financiera de Neuron Bio no ha dado sus frutos… De hecho, no ha tenido más remedio que solicitar el preconcurso de acreedores ante el Juzgado para poder continuar con sus proyectos y actividades, así como el aplazamiento de sus deudas.
Un futuro también muy poco prometedor para su filial, que de igual manera, el pasado mes de mayo afrontó la renuncia de su presidente, José Manuel Arrojo e intentó financiarse mediante otro preconcurso de acreedores