A Argos Therapeutics no le ha quedado más remedio que suspender su vacuna contra el cáncer de riñon. Y es que, pese a las advertencias el pasado año de que suspendiera el ensayo de fase 3 de su vacuna, la compañía siguió presionando y dejó el estudio abierto mientras que examinaba los datos con la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés).
En febrero de 2017, un comité independiente de monitoreo de datos le dijo a Argos que, con base en un análisis intermedio, era poco probable que el estudio demostrara una mejoría estadísticamente significativa en la supervivencia general en el grupo de tratamiento.
El tratamiento combinado no superó al placebo en supervivencia global y los datos de supervivencia general tampoco fueron buenos
Se inscribieron 462 pacientes con enfermedad no tratada previamente, dos tercios de los cuales fueron tratados con el combinado rocapuldencel-T/Sutent, y el tercio restante recibió Sutent solo después de someterse a nefrectomía citorreductora o cirugía de riñón.
Los cuatro criterios de valoración fueron la supervivencia global, supervivencia general para los pacientes que estaban vivos en el momento del análisis y la supervivencia a cinco años.
Pero, el tratamiento combinado no superó al placebo en supervivencia global (28,2 meses frente a 31,2) y los datos de supervivencia general tampoco fueron buenos.
En este sentido, Argos ha apuntado que "con base en la revisión de los datos provisionales, no cree que alcanzaría estos puntos finales si el ensayo continuara".