El visto bueno de la FDA a un fármaco sin receta genera esperanzas en la crisis de los opioides

El panel de asesores de la Agencia Americana del Medicamento (FDA) ha dado el apoyo unánime a la versión de venta libre del fármaco para revertir la sobredosis de opioides de la compañía Emergent BioSolutions.

Sede de la FDA
Sede de la FDA
17 febrero 2023 | 00:00 h

El panel de asesores de la Agencia Americana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés Food and Drug Administration) ha dado el apoyo unánime a la versión de venta libre del fármaco para revertir la sobredosis de opioides de la compañía Emergent BioSolutions.

Según informa la agencia Reuters, la votación pone a Narcan, el tratamiento a base de naloxona, en el camino para convertirse en el primer fármaco potencial para la sobredosis de opioides que se vende sin receta en todo Estados Unidos. Atendiendo a detalles concretos, la naloxona revierte o bloquea con rapidez los efectos de una sobredosis, restaurando una respiración óptima.

La naloxona revierte o bloquea con rapidez los efectos de una sobredosis, restaurando una respiración óptima

Las informaciones sobre el tratamiento llegan después de una crisis de Estado generada en el país como consecuencia del consumo excesivo de opioides y opiáceos. Es preciso recordar que este grupo de fármacos pueden crear una gran dependencia y adicción, por lo que los profesionales sanitarios advierten de la necesidad de establecer un seguimiento y control facultativo.

Los datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) son nítidos: entre 1999 y 2019, cerca de medio millón de personas han fallecido a causa de una sobredosis relacionada con algún opioide. De hecho, en la etapa más aguda de la pandemia de la COVID-19 se vivió la cuarta ola de fallecimientos y el empeoramiento total del consumo.

EL CASO DE PURDUE PHARMA

La familia Sackler, fundadores de la compañía Purdue Pharma, revolucionaron la industria farmacéutica americana con una estrategia basada en la publicidad engañosa.

Gracias a esta línea la empresa logró que el Gobierno de Estados Unidos diese luz verde a OxyContin, un medicamento que, pese a su ímprobo potencial adictivo, fue recetado por cientos de profesionales sanitarios en las consultas del país.

Atendiendo a detalles concretos, las cifras no dejan lugar a dudas: OxyContin ha sido el causante de una adicción que se ha cobrado la vida de más de medio millón de personas. En paralelo, los Sackler ocultaron informes negativos, pusieron el foco en aquellos elementos positivos y pagaron a médicos para que prescribieran el fármaco.

La compañía se declaró en bancarrota en 2019 frente a una avalancha de litigios por opiáceos, y meses después, se declaró culpable de tres delitos graves derivados de la comercialización de analgésicos opiáceos recetados

Los resultados no tardaron en florecer: OxyContin pasó, en apenas unos años, de ser un fármaco que apenas se dispensaba a triplicar las recetas. Desde su aprobación en 1995, las ventas superaron a las de sildenafilo a través de la marca de Viagra. 

En concreto, fueron 1.600 millones de dólares (1.374,4 millones de euros), alrededor del 80% de los ingresos de Purdue; y para el año 2010, la cifra de beneficios se duplicó hasta los 3.000 millones de dólares (2.576,8 millones de euros).

La compañía se declaró en bancarrota en 2019 frente a una avalancha de litigios por opiáceos, y meses después, se declaró culpable de tres delitos graves derivados de la comercialización de analgésicos opiáceos recetados.

La farmacéutica reconoció entonces no haber mantenido un programa eficaz para prevenir que los medicamentos por prescripción fuesen desviados al mercado negro y aseguró que le facilitó información engañosa a la Administración de Control de Drogas​ del Departamento de Justicia (DEA, por sus siglas en inglés) para estimular sus cuotas de manufactura. Además, Purdue Pharma admitió haber pagado a médicos a través de un programa para instarles a aumentar las prescripciones de OxyContin.

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