Hoy en día parece casi imposible no estar rodeados de campos y ondas electromagnéticas. Móviles, ordenadores, microondas… Cada vez son más los aparatos que desprenden esta radiación, algo que está empezando a tener consecuencias reales para la salud.
Así lo afirma el Tribunal Superior de Justicia de Aragón que este mes ha ratificado la sentencia anterior del Juzgado de lo Social Nº1 de Zaragoza por la que se reconoce como accidente de trabajo la electrohipersensibilidad que tiene un paciente diagnosticada desde 2014.
Se reconoce como accidente de trabajo la electrohipersensibilidad
Se trata de un trabajador del área de telecomunicaciones de Endesa al lado un centro de transformación eléctrica. En 2009 empezó a sentirse mal con síntomas muy variados como dolores, fatiga o picores según relata El Confidencial.
La afección era tanto física como cognitiva. “El médico me dijo que podía ser algo transitorio y luego me mandó a muchos especialistas. Al final me dijeron que orgánicamente no tenía nada y me derivaron a varios psiquiatras que tampoco encontraron ninguna psicopatología”, explica a dicho medio.
Después de pasar por muchas consultas y especialistas que al no encontrar nada raro acaban derivándolo al área de psiquiatría al final encontró un médico Hospital Clínic de Barcelona, le dijo que su problema eran los campos electromagnéticos.
La sentencia ha sentado un precedente
A raíz de este diagnóstico empezó su batalla judicial personal con el objetivo de demostrar que los síntomas están directamente relacionados a su puesto de trabajo. “Mi exposición en el entorno doméstico es irrelevante, pero en la oficina es muy alta”, asegura en declaraciones recogidas por El Confidencial.
Como la electrohipersensibilidad, también llamada hipersensibilidad electromagnética o simplemente electrosensibilidad, no está recogida en el Cuadro de Enfermedades Profesionales, la única salida era que se la reconocieran como “accidente de trabajo”, tal y como ha sucedido. De hecho, se ha sentado un precedente.
No obstante, según su abogado, Pedro José Jiménez, la clave de la sentencia fue demostrar que la causa principal de sus dolencias es la gran exposición al electromagnetismo a la que se ve sometido en su puesto de trabajo, aunque dentro de los límites legales, en comparación con otros ámbitos.