Córneas por bioingeniería: la esperanza de personas ciegas y discapacitados visuales

20 personas con córneas dañadas recibieron un implante de córnea realizada con proteína de colágeno de piel de cerdo mediante un método mínimamente invasivo. Al cabo de dos años, recuperaron la visión.

Investigadores desarrollan un implante similar a una córnea humana que devuelve la visión a personas con la córnea dañada (Foto: LiU)
Investigadores desarrollan un implante similar a una córnea humana que devuelve la visión a personas con la córnea dañada (Foto: LiU)
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8 octubre 2022 | 00:20 h
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Investigadores de la Universidad de Linköping (LiU), en Suecia, y del instituto de investigación de la empresa LinkoCare Life Sciencies AB han desarrollado un implante que se asemeja a la córneahumana y que es capaz de devolver la visión a personas ciegas o con discapacidad audiovisual.

A través de un método mínimamente invasivo se insertó la córnea nueva, realizada mediante técnicas de bioingeniería a través de proteína de colágeno de piel de cerdo, mediante una pequeña incisión que puede hacerse mediante un láser tipo avanzado o también a mano con instrumentos quirúrgicos simples.

Los investigadores advierten de que se necesita “un estudio clínico más amplio” junto a la aprobación por parte de las agencias reguladoras para que el implante pueda ser usado por la población general

El estudio piloto, publicado en la revista científica Nature Biotechnology, reveló que este implante restauró la visión a 20 personas que tenían córneas enfermas. Antes de esta operación, 14 de los 20 participantes estaban ciegos y después de dos años, todos recuperaron la vista. A pesar de ello, los investigadores advierten de que se necesita “un estudio clínico más amplio” junto a la aprobación por parte de las agencias reguladoras para que el implante pueda ser usado por la población general.

“Los resultados muestran que es posible desarrollar un biomaterial que cumpla con todos los criterios para ser utilizado como implantes humanos, que se pueda producir en masa y almacenar hasta dos años y así llegar a más personas con problemas de visión. Esto nos ayuda a sortear el problema de la escasez de tejido corneal donado y el acceso a otros tratamientos para enfermedades oculares”, dijo NeilLagali, profesor de Ciencias Biomédicas y Clínicas de LiU, uno de los investigadores detrás del estudio.

“La seguridad y la eficacia de los implantes de bioingeniería han sido el núcleo de nuestro trabajo, dijo MehrdadRafat, el investigador y empresario de LinkoCare Life Sciencies AB. “Hemos realizado importantes esfuerzos para garantizar que nuestro invento esté ampliamente disponible y sea asequible para todos. Por eso, esta tecnología se puede utilizar en todas partes del mundo”, apuntó.

IMPLANTE Y MÉTODO QUIRÚRGICO

Por un lado, desarrollaron una córnea compuesta principalmente por moléculas de colágeno derivadas de piel de cerdo, las cuáles fueron purificadas y producidas en condiciones estrictas para el correcto uso humano, lo que permitió que pudiera soportar la manipulación y la implantación en el ojo. Y estas corneas, a diferencia de las humanas donadas que duran dos semanas, pueden almacenarse hasta dos años.

Y por otro lado, desarrollaron un nuevo método mínimamente invasivo que sirvió para tratar la enfermedad del queratocono. “Con nuestro método, el cirujano no necesita extirpar el propio tejido del paciente. En su lugar, se hace una pequeña incisión, a través de la cual se inserta el implante en la córnea existente”, detalló Neil Lagali.

Las 20 personas que recibieron el implante no tuvieron complicaciones ni durante la intervención ni tras dos años de seguimiento

Tanto el implante como el método quirúrgico fueron utilizados por cirujanos en Irán y la India, países donde muchas personas sufren ceguera corneal o baja visión y donde la donación de córneas no es tan frecuente.

En este caso, las 20 personas que recibieron el implante no tuvieron complicaciones durante la intervención. Solo hizo falta un tratamiento de ocho semanas con colirio inmunosupresor para evitar que el ojo rechazara la nueva córnea. Tras dos años de seguimiento, no se observó ningún tipo de dificultad.

ESTUDIO DE OTROS USOS

Tras este descubrimiento, los investigadores expresaron su deseo de estudiar si la tecnología desarrollada se puede usar para tratar otro tipo de enfermedades oculares y, al mismo tiempo, si el implante se puede adaptar al individuo para una eficacia aún mayor.

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