Una "piruleta" será capaz de detectar enfermedades como la celiaquía o la hipercolesterolemia

Un grupo de expertos ha ideado un nuevo dispositivo médico que ayudará a detectar distintas enfermedades a través de la saliva

Equipo 'The Smart Lollipop' (Foto: The Smart Lollipop)
Equipo 'The Smart Lollipop' (Foto: The Smart Lollipop)
Noelia Hernández
30 junio 2023 | 00:00 h
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Un grupo de expertos ha ideado un nuevo dispositivo médico que ayudará a detectar distintas enfermedades a través de la saliva. De hecho, a pesar de tratarse de una tecnología novedosa, es un aparato que, a simple vista, parece una piruleta. Este nuevo dispositivo médico, ‘The Smart Lollipop’, no es intrusivo y funciona mediante la tecnología de biosensores. Con la muestra de saliva que se recoge tras chupar la piruleta, es posible monitorear y controlar el nivel de salud y los riesgos potenciales de los pacientes.

The Smart Lollipop es un dispositivo médico en forma de piruleta que lo que hace es diagnosticar enfermedades a través de una muestra de saliva”, explica Diana Ballart, CEO y cofundadora. Tras la prueba, los resultados del diagnóstico pueden verse en unos 15 minutos tanto en los lectores electrónicos como en la plataforma online para los equipos de salud. En este sentido, la respuesta a la prueba puede digitalizarse.

Además, “para el paciente es como comerse un caramelo”, afirma, “incluso es posible elegir qué sabor se quiere”. Desde la entidad se explica, no obstante, "que la composición del caramelo ha sido validada por la comunidad médica y es libre de azúcares para que sea lo más saludable posible”. Ballart incide en que para el equipo “es muy importante la experiencia del paciente”.

Los resultados del diagnóstico pueden verse en unos 15 minutos tanto en los lectores electrónicos como en la plataforma online para los equipos de salud

La tecnología de este aparato incluye unos canales dentro del dispositivo que van captando la saliva, “con lo que conseguimos que la muestra llegue a un biosensor”. Cuando el paciente termina de chupar este caramelo, “que son unos cinco minutos”, se devuelve el aparato al técnico sanitario que esté llevando a cabo la prueba, quien podría ser un farmacéutico, por ejemplo, o un médico. El técnico de cribaje coloca el aparato en un lector óptico que interpreta el biosensor y en unos diez minutos se digitaliza el resultado en una plataforma online.

Como recuerda la cofundadora, esta tecnología está todavía en fases de desarrollo, por lo que su futura comercialización o salida al mercado todavía no es un hecho. En esta primera fase de desarrollo, eso sí, ya tiene aplicaciones prácticas para detectar hipercolesterolemia y celiaquía. En esta fase del estudio se están comparando los resultados del biosensor con análisis de sangre, para confirmar que los resultados sean fiables. “El objetivo es que a finales de año o principios del 2024, pueda ya estar en los hospitales”.

En cuanto a las aplicaciones para los pacientes, si bien está inicialmente pensado para niños, podría aplicarse en un futuro a todas las edades. “Comenzamos con niños porque el formato es ideal para ellos”, explica la experta, “pero también estaremos en el mercado adulto, por ejemplo, para hipercolesterolemia, que es una enfermedad que sobre todo tienen las personas más adultas”. A pesar de que las innovaciones en el campo pediátrico son más complejas y lo habitual es investigar para los adultos, “nosotros hemos decidido hacer revés, empezar en pediatría y cubrir esa necesidad, pero que a la vez este dispositivo también pueda saltar al resto de personas”.

Esta tecnología está vinculada a la medicina del siglo XXI

Además, “queremos que sea un point of care, un test rápido que puedas ir a hacerte a la farmacia y monitorizar tus niveles de colesterol u otros diagnósticos. Así, además de un diagnóstico, tenemos la monitorización de la enfermedad y sustituimos la analítica de sangre”. Ballart destaca también que esta tecnología está vinculada a la medicina del siglo XXI, que cuenta con la digitalización de los resultados, el test rápido o la autonomía del paciente.

La saliva es un fluido de diagnóstico extraordinario”, recalca, pese a que es complejo trabajar con él ya que tiene muchas impurezas. Por ello, el objetivo de la entidad es seguir trabajando en futuras líneas de investigación para que el aparato sea capaz de detectar otrotipo de patologías y tenga nuevas aplicaciones. La idea es la de “abarcar el máximo número de diagnósticos que podamos”.

Finalmente, Ballart también ha puesto en valor cómo comenzó la idea de este dispositivo. “Nuestro viaje comenzó en 2017 en el iFest Dream Big Challenge Innovation en Barcelona. Compitiendo con más de 300 equipos y 7000 participantes, fuimos los ganadores del concurso de ideación”, explica. Desde entonces el dispositivo ha ido mejorando con los años, "la tecnología es diferente a la que habíamos imaginado al principio", y está comenzado a ser conocido a nivel internacional.

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