"De aquí a 50 o 60 años, la placenta artificial será una realidad en nuestra práctica clínica”

La Dra. Elisenda Eixarch, coordinadora del proyecto, explica que “será la primera placenta artificial que se podrá tener en Europa”

Equipo de trabajo en el proyecto CaixaBank Research Placenta Artificial (Foto. Fundación "La Caixa")
Equipo de trabajo en el proyecto CaixaBank Research Placenta Artificial (Foto. Fundación "La Caixa")
Verónica Serrano
4 julio 2023 | 00:00 h

El proyecto Caixa Research Placenta Artificial a cargo de investigadores de los hospitales Sant Joan de Déu y el Clinic de Barcelona y con el apoyo de la Fundación “La Caixa” ha logrado desarrollar con éxito un prototipo de placenta artificial en el que un feto de oveja ha sobrevivido 12 días en condiciones fetales óptimas. El objetivo de esta investigación es aumentar la supervivencia en los bebés prematuros extremos, reduciendo las graves secuelas en el feto y el elevado índice de mortalidad que presentan estos casos.

El concepto del proyecto ya se había planteado hace décadas, en torno a los pasados años 50, pero debido al menor desarrollo tecnológico de la época, progresar en la investigación no fue posible. A partir del 2002 otros grupos comenzaron a trabajar en ello y a obtener resultados interesantes y, ahora el trabajo en equipo de BCNatal (H. Sant Joan de Déu) y el Clínic de Barcelona han permitido marcar un hito pionero en Europa, al tratarse del primer modelo experimental en un modelo animal.

COMPOSICIÓN DE LA PLACENTA ARTIFICIAL 

Para conocer en detalle el proyecto, desde SaluDigital hemos hablado con la Dra. Elisenda Eixarch, especialista sénior de BCNatal y coordinadora científica sénior de CaixaResearch Placenta Artificial. Eixarch explica que el prototipo está conformado por diferentes componentes que realizan unas funciones específicas y que se han diseñado de la forma más natural y parecida al útero materno.

Feto d eoveja en la placenta artificial (Foto. Fundación "La Caixa")

En primer lugar, está el sistema de circulación extracorpórea, compuesto por una membrana oxigenadora y unas tubuladoras diseñadas para facilitar la circulación sanguínea y su oxigenación. Sería el equivalente a las funciones de la placenta materna y el cordón umbilical. También existe un amnioshell o sistema de aislamiento del feto, el cual Eixarch compara con una concha, ya tiene la función de proteger al feto. Las paredes de este contenedor fabricado con un material biocompatible son translúcidas y gracias a esta característica, los médicos pueden ver al feto en todo momento y realizar ecografías. Así, permanece aislado de los estímulos exteriores, pero monitorizado en todo momento.

 “Es una integración completa de todo el estado y lo más interesante es que es remoto”

Además, el prototipo incorpora un sistema de vigilancia remota, que facilita toda la información disponible al momento, tales como la presión o frecuencia cardíaca del feto, la temperatura del líquido amniótico, la cantidad de líquido que entra, la saturación de la sangre o las medicaciones que se están poniendo. “Es una integración completa de todo el estado y lo más interesante es que es remoto”, dice la doctora, pues si bien siempre hay algún médico presente como en cualquier UCI, “todo el equipo médico puede estar pendiente desde su casa con la aplicación móvil, controlando al feto de forma remota en tiempo real”. Es una ventaja porque “hay mucha más interacción y podemos intervenir de forma muy rápida si sucede algún problema”, dice Eixarch.

LA TRANSICIÓN DEL FETO

Otro de los componentes no tan físicos del prototipo, pero trascendental para el proceso, es el momento de la transición, es decir, “el procedimiento quirúrgico donde cogemos al feto, lo sacamos del útero materno y lo conectamos a la placenta, en el que también entran la parte de la monitorización y la parte de la medicación y el soporte médico”, explica la doctora. Se trata de extraer al feto de la madre, cortar el cordón umbilical y ponerle las cánulas adaptadas en las venas como sucede con cualquier operación, que es un concepto sencillo, pero a la vez, complejo en la práctica porque “tiene que hacerse de forma muy rápida y delicada”. Tanto es así que hay un equipo de 18 personas durante este momento, pues ya sólo 3 de ellas se dedican exclusivamente a la canulación.

La complejidad del proceso nace en que son niños muy prematuros, así que además del proceso de extracción, el trabajo del cordón umbilical es clave porque de manera fisiológica, está preparado para cerrarse por sí solo. Si ocurre algún problema, “el feto entra en mal estado y ya todo irá mal, por lo que se requiere de mucha precisión”, concluye la coordinadora del proyecto.

PRÓXIMOS HITOS

Por el momento, el proyecto se ha probado con un feto de oveja, ya que es una especie muy utilizada en medicina fetal por las semejanzas con los humanos como el desarrollo pulmonar, la función cardiovascular o el tamaño. No obstante, durante el momento de la transición umbilical, la oveja no es la especie ideal, puesto que su cordón no es igual al de las personas: presentan dos venas y dos arterias, mientras que el cordón umbilical humano presenta una vena y dos arterias. Debido a que este proceso no es exactamente igual en ambas especies, los próximos experimentos se van a realizar con fetos de cerdo porque “su cordón umbilical es exactamente igual al del humano”, no sólo por las venas, sino también por su textura gelatinosa. “Pasar por esta especie es fundamental para poder testar la seguridad de la transición de la canulación umbilical”, puntualiza la doctora.

"Un prototipo más robusto podrá plantear un posible caso clínico en unos 2 o 3 años”

Además, otro de los objetivos es superar las 3 o 4 semanas de supervivencia del feto dentro de la placenta artificial, que es el límite máximo que los investigadores plantean para preservar unas buenas condiciones, especialmente cardiovasculares. “Ambas condiciones permitirán que tengamos un prototipo más robusto que nos plantee un posible caso clínico en unos años”. Según la Dra. Eixarch, en 2 o 3 años contarán con las suficientes evidencias científicas para poder probarlo en humanos, siempre que se hayan obtenido las condiciones regulatorias y los permisos a nivel ético. 

Equipo de trabajo en el proyecto CaixaBank Research Placenta Artificial (Foto. Fundación "La Caixa")

Ahora el equipo está inmerso en la segunda fase de proyecto, en la que además de hacer pruebas con fetos de cerdo, se van a empezar a desarrollar los protocolos para la segunda transferencia. Se trata de la transición de la placenta artificial a la vida neonatal, donde los pulmones deben respirar y funcionar como en neonatos normales. Si bien se han hecho algunas pruebas durante la primera fase, no han sido definitivas para el diseño del protocolo.

OBJETIVO: SUPERVIVENCIA Y BIENESTAR DE LOS PREMATUROS EXTREMOS

La base de toda esta investigación es “reducir la mortalidad y, sobre todo, la morbilidad de los prematuros extremos”, que nacen en torno a la semana 23 de gestación y que desarrollan secuelas físicas y neurológicas en el 75% de los casos. La Dra. Eixarch explica que no saben cuánto tiempo exacto puede quedar para que este proyecto pueda aplicarse en los hospitales, pero que “de aquí a 50 o 60 años, será una realidad en nuestra práctica clínica”.

Lo que sí está claro es que el prototipo de Caixa Research Placenta Artificial es único en Europa, “muy rompedor y disruptivo” y que ya cuenta con cerca de 7 millones de euros inversión por parte de Fundación “La Caixa” para poder seguir prosperando en la investigación. El equipo sabe que hay abiertas otras líneas de investigación similares en otras partes del mundo, pero creen que la suya “será la primera placenta artificial que se podrá tener en Europa”, concluye  la doctora.

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