La compañía Google ha estado trabajando en el campo de la medicina desde hace varios años. Entre sus proyectos, destacan algunos como alargar la vida humana con Calico (California Life Company) o empresas destinadas a luchar contra la diabetes, como Onduo. Ahora, el gigante tecnológico ha creado un software que, a través de la inteligencia artificial (IA) es capaz de detectar enfermedades cardiovasculares mediante el análisis de la retina.
Los investigadores construyeron un sistema de aprendizaje que procesó datos de miles de pacientes que incluían un escáner ocular e información médica general y sus factores de riesgo, como si sufría hipertensión o si era fumador. Con estos datos, el sistema de IA las imágenes de las exploraciones oculares con el riesgo de sufrir una enfemedad.
El software fue capaz de identificar a los fumadores simplemente mirando la retina el 71% del tiempo
Así, el sistema de IA identifica a los fumadores simplemente mirando la retina. El software también fue capaz de predecir la presión arterial del paciente, determinando quienes padecían o no hipertensión. Además, pudo adivinar con bastante precisión la edad y el sexo de la persona.
Pero además, el sistema de IA mostró, con una precisión del 70%, si una enfermedad cardiovascular, como un ataque al corazón o un derrame cerebral, ocurría en los cinco años siguientes al examen de la retina. La compañía señala que el algoritmo que emplea es similar a las calculadoras de riesgo comunes que usan para medir el colesterol a partir de muestras de sangre.
El sistema determina con una precisión del 70% si el paciente va a padecer una enfermedad cardiovascular en los cinco años siguientes al examen de retina
Lo más curioso es que, al principio, los investigadores que desarrollaron este software desconocían cómo funcionaba, pues éste aprendió qué debía buscar por sí solo. Tras analizar la funcionalidad del sistema, determinaron que el software presta más atención al estado de los vasos sanguíneos de la retina a la hora de realizar sus predicciones.
Google ya ha confirmado que necesitará recopilar una mayor cantidad de datos con más enfermedades cardiovasculares para que el sistema pueda tener un uso clínico. Además, la acumulación de datos permitiría mejorar el algoritmo, proporcionaría una mayor comprensión de cómo funciona y cómo debe utilizarse en la práctica.