Según los desarrolladores, la técnica para desarrollar los minipulomes es “muy simple”, por lo que se podrían hacer numerosas piezas de tejidos que se asemejen a los pulmones de los pacientes
Mediante un hidrogel con células madres de un pulmón real, y un sistema de autoensamblaje, los científicos han logrado desarrollar estos “organoides” tridimensionales, que crecieron en probetas y que, gracias a la posibilidad de ver el funcionamiento del pulmón por dentro que ofrecen, permitirán el estudio de enfermedades como la fibrosis pulmonar idiopática, que tradicionalmente ha sido difícil de estudiar usando métodos convencionales, así como investigar el efecto de diversos fármacos sobre el órgano."Aunque no hemos construido un pulmón completamente funcional, hemos sido capaces de tomar las células pulmonares y colocarlas en la separación geométrica correcta y lograr un patrón para imitar un pulmón humano", explica Brigitte Gomperts, principal autora del estudio, que ha sido publicado en la revistaStem Cells Translational Medicine.
"La técnica es muy simple", añade Dan Wilkinson, otro de los participantes en la investigación, que estima que "podemos hacer miles de piezas reproducibles de tejido que se asemejen a los pulmones y contengan células específicas del paciente."
Por otra parte, estos organoides también dan la posibilidad de añadirles ciertos factores moleculares, por ejemplo, para que los pulmones desarrollen cicatrices similares a los observados en los pulmones de las personas que tienen fibrosis pulmonar idiopática, algo que no podía llevarse a cabo utilizando cultivos en dos dimensiones de estas células.