Desarrollan una batería de papel para productos tecnológicos sanitarios portátiles

Las baterías son de papel de celulosa con hidrogel y productos conductibles, con lo que se ayudaría a evitar los desechos electrónicos

Crean una batería de papel capaz de almacenar más energía que las normales (Foto. Cedida por los investigadores)
Crean una batería de papel capaz de almacenar más energía que las normales (Foto. Cedida por los investigadores)
5 marzo 2022 | 00:20 h

El avance en tecnología conlleva muchos beneficios y facilidades, pero también acarrea problemas como qué hacer con ella cuando está obsoleta. Un problema especialmente acuciante son las baterías que permiten usar estos productos libremente sin necesidad de estar conectado a la red eléctrica. Útiles tanto para el uso de los móviles como de los ordenadores, las baterías también son especialmente necesarias para los productos tecnológicos sanitarios portátiles que se necesitan para intervenciones fuera de los hospitales.

Los gadgets de la salud permiten monitorizar la presión arterial, de la glucosa, el ritmo cardiaco. También son portátiles los desfibriladores que hay en las calles para salvar a las personas que sufran un ataque al corazón. Y todo ello lleva bacterias especialmente contaminantes cuando se desechan.

Para solucionar este problema y que sigamos contando con productos sanitarios portátiles, pero más amables con el medio ambiente, investigadores de la Universidad Tecnológica de Nanyang, en Singapur, han desarrollado una batería de papel delgada y flexible que tiene un potencial significativo como componente en tecnología de salud portátil.

Se trata de una "sola pieza grande de batería que se puede cortar en las formas y tamaños deseados sin pérdida de eficiencia", señala Fan Hongjin

“A través de nuestro estudio, mostramos una forma más simple y económica de fabricar baterías, mediante el desarrollo de una sola pieza grande de batería que se puede cortar en las formas y tamaños deseados sin pérdida de eficiencia. Estas características hacen que nuestras baterías de papel sean ideales para la integración en el tipo de electrónica flexible que se está desarrollando gradualmente”, señala Fan Hongjin, uno de los desarrolladores de la nueva tecnología de baterías.

Se trata de un papel de celulosa que ha sido reforzado con un hidrogel y electrodos externos serigrafiados. Los electrodos están impresos a cada lado del papel de celulasa con tinta de zinc y carbón conductor, con un catalizador de manganeso y niquel. Además, los electrodos están recubiertos con una lámina de oro para aumentar su conductividad.

 

Esta tecnología para batería puede proporcionar potencia incluso cuando se flexiona o se corta. Al no tener capas de empaque almacena más cantidad de energía en un sistema más pequeño. Una vez terminado su uso, se entierra en el suelo y se descompone por completo en cuatro semanas. “Creemos que la batería de papel que hemos desarrollado podría potencialmente ayudar con el problema de los desechos electrónicos, dado que nuestra batería de papel impresa no es tóxica y no requiere carcasas de aluminio o plástico para encapsular los componentes de la batería”, concluye Lee Seok Woo, otro investigador involucrado en el estudio.

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