La estimulación magnética transcraneal (EMT) podría aumentar la efectividad de las estrategias para mejorar la regulación emocional, según nuevos estudios.
Concretamente, los participantes del estudio que se sometieron a estimulación magnética transcraneal dirigida a la corteza prefrontal dorsolateral o la corteza prefrontal ventrolateral experimentaron menos emociones negativas al usar la evaluación cognitiva o la distracción, en comparación con los que se sometieron a estimulación magnética transcraneal simulada.
"Nuestros hallazgos tienen implicaciones clínicas potenciales, preparando el camino para que los futuros médicos puedan apuntar con precisión a regiones específicas del cerebro en pacientes que luchan con problemas de cognición social, incluidos aquellos diagnosticados con trastorno de estrés postraumático, trastornos del espectro autista, trastorno de ansiedad social y depresión", han concluido los investigadores en The Journal of Neuroscience.
"La corteza prefrontal dorsolateral y la corteza prefrontal ventrolateral juegan un papel clave en la regulación emocional", han señalado, al tiempo que han añadido que "estas estructuras cerebrales también están involucradas en la evaluación y la distracción, dos estrategias de manejo de emociones. Una mala regulación ante el dolor social se ha asociado con muchos trastornos psiquiátricos".
Los participantes informaron significativamente menos sentimientos negativos durante la reevaluación y la distracción, en comparación al momento en que no intentaron regular sus emociones
Los investigadores asignaron al azar a 45 hombres y 45 mujeres a estimulación magnética transcraneal activa o simulada de la corteza prefrontal dorsolateral o la corteza prefrontal ventrolateral, y luego les solicitaron que usaran la distracción o la reevaluación para abordar cualquier emoción negativa que surgiera después de ver imágenes de personas socialmente excluidas.
Los participantes informaron significativamente menos sentimientos negativos durante la reevaluación y la distracción, en comparación al momento en que no intentaron regular sus emociones. Aquellos que se sometieron a estimulación de la corteza prefrontal dorsolateral o corteza prefrontal ventrolateral también tuvieron menos sentimientos negativos que quienes recibieron la estimulación simulada.
También encontraron interacción significativa entre la estimulación magnética transcraneal y las estrategias de regulación. Los efectos de la estimulación de la corteza prefrontal dorsolateral/corteza prefrontal ventrolateral duraron hasta una hora.