Ingenieros del MIT consiguen diseñar vacunas más potentes con necesidad de menores dosis

Si se administra por vía intranasal, la vacuna induce una fuerte respuesta inmune

Mujer vacunándose (Foto: Freepik)
Mujer vacunándose (Foto: Freepik)
Noelia Hernández
16 septiembre 2023 | 00:00 h
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Un grupo de investigadores del MIT se encuentra desarrollando nuevos diseños de vacunas de ARN contra el Covid-19 que serían más potentes que las utilizadas en la actualidad. Según se ha informado desde el MIT, este nuevo diseño de vacunas produce en los estudios con ratones, una respuesta inmune más fuerte con dosis más pequeñas.

Para aumentar la respuesta inmunitaria, los investigadores han desarrollado tanto el antígeno como las nanopartículas para administrarlo. De esta manera, se explica desde el centro, se estimula la respuesta sin utilizar un adyuvante separado. “Si se desarrolla aún más para uso en humanos, este tipo de vacuna de ARN podría ayudar a reducir costos, reducir la dosis necesaria y potencialmente conducir a una inmunidad más duradera”, añaden.

Otro de los descubrimientos de la investigación revela que, si se administra por vía intranasal, “la vacuna induce una fuerterespuesta inmune en comparación con la respuesta provocada por la vacunación intramuscular tradicional”. "Con la vacunación intranasal”, asegura Daniel Anderson, profesor del Departamento de Ingeniería Química del MIT, “es posible que puedas matar el Covid en la membrana mucosa, antes de que entre en tu cuerpo”. Además, este tipo de vacunas intranasales son esencialmente más fáciles de administrar porque no requieren una inyección.

Con la administración intranasal es posible que puedas matar el Covid en la membrana mucosa

Los investigadores utilizaron una proteína (C3d) que ya se había estudiado anteriormente en otro tipo de vacunas. Pero, con el uso de las vacunas ARN para el coronavirus, “pensamos que sería una oportunidad fantástica para ver si C3d también podría desempeñar un papel como adyuvante” en este tipo de vacunas. También modificaron las nanopartículas lipídicas que se utilizan para administrar la vacuna de ARN, para que así, además de administrar el ARN, también se estimulase la respuesta inmune y hacerla más fuerte.

Tras probar esta nueva vacuna en ratones, se vio que los animales producían diez veces más anticuerpos que con la vacuna convencional. “Por primera vez, hemos demostrado un impulso sinérgico en las respuestas inmunes mediante la ingeniería tanto del ARN como de sus vehículos de entrega", celebra uno de los investigadores.

Esto, añade, “nos impulsó a investigar la viabilidad de administrar esta nueva plataforma de vacuna de ARN por vía intranasal, considerando los desafíos que presenta la barreramucociliar en las vías respiratorias superiores". Así, cuando los investigadores administraron la vacuna por vía intranasal, observaron una respuesta inmune igualmente fuerte en los ratones. Si se desarrolla para su uso en personas, “una vacuna intranasal podría ofrecer potencialmente una mayor protección contra la infección, porque generaría una respuesta inmune dentro de los tejidos mucosos que recubren las fosas nasales y los pulmones”. 

Tras probar esta nueva vacuna en ratones, se vio que los animales producían diez veces más anticuerpos que con la vacuna convencional

Teniendo en cuenta que este tipo de vacunas producen una respuesta inmune más fuerte con una dosis más baja, los investigadores también destacan su potencial a la hora de reducir los costes de la inmunización. Esto “podría permitirles llegar a más personas, especialmente en los países en desarrollo”. Pero estas vacunas no sólo ofrecen un componente económico, sino también un futuro prometedor para la investigación contra el cáncer.

Concretamente, el laboratorio ahora está explorando si esta plataforma autoadyuvante también podría ayudar a estimular la respuesta inmune de otros tipos de vacunas de ARN, incluidas las vacunas contra el cáncer. Al trabajar con empresas de atención médica, los investigadores también planean probar la efectividad y seguridad de estas nuevas formulaciones de vacunas en modelos animales más grandes, con la esperanza de probarlas eventualmente en pacientes.

El éxito de estas vacunas viene unido a una de sus principales características: son vacunas de ARN que constan de una cadena de ARN que codifica una proteína viral o bacteriana, también llamada antígeno. “En el caso de las vacunas Covid-19, este ARN codifica un segmento de la proteína de pico del virus. Esa cadena de ARN está empaquetada en un portador de nanopartículas lipídicas, que protege el ARN para que no se descomponga en el cuerpo y le ayuda a llegar a las células”, se explica. “Una vez entregado a las células, el ARN se traduce en proteínas que el sistema inmunológico puede detectar, generando anticuerpos y células T que reconocerán la proteína si la persona posteriormente se infecta con el virus SARS-CoV-2”, se concluye.

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