Entre los socios de la iniciativa, se hallan la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) y tres grupos de investigación de la barcelonesa Universidad Pompeu Fabra. Coordina este proyecto el profesor Leo Wanner.
PROTOTIPO
El asistente tendrá capacidad para mantener una conversación aportando respuestas a velocidad coloquial
El primer prototipo, presentado recientemente en Tübingen (Alemania), servirá para testear en situaciones, lo más reales posibles, la capacidad de conversación natural que tiene el diseño. Se pretende que, en el futuro, el asistente tenga capacidad para mantener una conversación aportando respuestas a velocidad coloquial, reconozca las emociones en la voz, la cara y la postura del cuerpo, así como los condicionantes culturales de la persona con la que esté dialogando y pueda desarrollar conversaciones en alemán, español, polaco, turco y árabe.Sin embargo, el prototipo presentado hasta ahora únicamente entiende y habla alemán, español y polaco, y es capaz de determinar una acción de respuesta adecuada: entre las que se hallan, por ejemplo, responder a preguntas específicas sobre temas médicos, asesorar en distintas materias sobre salud o leer algún artículo. Uno de los aspectos que más se ha trabajado en este diseño inicial es que el asistente genere una voz de salida de lenguaje natural para cada respuesta.
PRIMERAS CONVERSACIONES
Uno los puntos fuertes del proyecto Kristina pasa por la coordinación de equipos interdisciplinares para su desarrollo. Actualmente, se están integrando tantos grupos tecnológicos altamente especializados, departamentos de I D de universidades y empresas, hasta la Cruz Roja Alemana o la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC).
Uno de los aspectos que más se ha trabajado en este diseño inicial es que el asistente genere una voz de salida de lenguaje natural para cada respuesta
Gracias a esta integración de equipos, la iniciativa ya ha estado testeando los desarrollos científicos con ciudadanos reales, susceptibles de recibir su asistencia. La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, la Cruz Roja Alemana y EKUT (Eberhard Karls Universität, de Tübingen) han estado probando el primer prototipo con grupos de usuarios finales entre los que se hallaban ancianos y cuidadores con antecedentes migratorios. Concretamente, EKUT se ha ocupado de realizar los test entre población anciana de origen turco en un contexto de geriatría y dependencia; la Cruz Roja Alemana está evaluando la interacción entre la Kristina y un grupo de cuidadores de origen polaco que trabajan con personas con demencia en Alemania; y la SemFYC es responsable del segundo caso piloto, evaluando la información de los inmigrantes del norte de África.PROYECTO GLOBAL
Kristina cuenta con el apoyo de la Unión Europea, que lo financia íntegramente. Esta línea de trabajo surge del Plan de Acción de la Comisión Europea sobre salud en línea 2012-2020, que proporciona una hoja de ruta para empoderar a los usuarios, pero también para vincular dispositivos y tecnologías e invertir en investigación hacia la asistencia sanitaria y geriátrica personalizada del futuro.
Según el plan de acción eHealth 2012-2020 sobre la innovación sanitaria para el siglo XXI, presentado por la Comisión Europea, el potencial de mercado de eHealth es fuerte, a pesar de la crisis económica que ha frenado gran parte de proyecto de I D i. De forma pormenorizada, dentro del sector se estima que el mercado mundial de telemedicina creció en casi diez mil millones de dólares en 2010 y en más de once mil quinientos millones en 2011, cifras que han ido aumentándose hasta cerca de los 27.300 millones del pasado año 2016.
Kristina agrupa iniciativas de gestión de datos, de integración del conocimiento, de recuperación de la información, de reconocimiento automático de voz en varios idiomas, de análisis y generación del lenguaje
Además de la proyección económica, la puesta en marcha de un proyecto como Kristina implica unir iniciativas de gestión de datos, de integración del conocimiento, de recuperación de la información, de reconocimiento automático de voz en varios idiomas, de análisis del lenguaje y de generación de lenguaje, junto con conocimientos científico-médicos, para crear un asistente médico con capacidades social y de interacción humana dirigido a pacientes y cuidadores. Por este motivo, los socios técnicos del proyecto trabajan constantemente en diferentes áreas de investigación para hacer más natural la capacidad de conversar del prototipo, mejorando las expresiones y la capacidad de reconocer e interpretar emociones y sentimientos humanos.HORIZONTE 2020
Entre los nueves socios del proyecto, se hallan la, ya citada, Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria y dos centros de investigación de la Universidad Pompeu Fabra, el grupo de investigación en Tratamiento Automático del Lenguaje Natural y el Grupo de Tecnologías de Medios Cognitivos (CMTech), así como todo el departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (DTIC) de la universidad barcelonesa