Un nuevo robot ayudará a mejorar el deterioro cognitivo de los niños con cáncer del Virgen del Rocío

Investigadores de distintas organizaciones sevillanas han colaborado en el desarrollo de Haru, un nuevo robot que ayudará a mejorar el deterioro cognitivo de los niños con cáncer del Hospital Virgen del Rocío

Curro, el robot que será sustituido por Haru (FOTO: US)
Curro, el robot que será sustituido por Haru (FOTO: US)
Manuel Gamarra
21 noviembre 2023 | 00:00 h
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El Hospital Universitario Virgen del Rocío contará próximamente con Haru, un nuevo robot que, a través de conversación, juego y aprendizaje, abordará el deterioro cognitivo que ocasionan los tratamientos oncológicos a los menores del centro. Haru sustituirá así a Curro, quien llevaba ya varios años operando en planta de Oncohematología Pediátrica.

El nuevo robot detecta las señales sociales y emocionales de los menores, y después da respuesta a estos comportamientos para su correcto desarrollo cognitivo. Diseñado originalmente por Honda Research Institute, Haru integra las directrices de UNICEF sobre el uso de la inteligencia artificial en niños.

Ahora, en su desarrollo para ser integrado en el Virgen del Rocío están participando investigadores de la Universidad de Sevilla y de la Universidad Pablo de Olavide, así como la empresa tecnológica sevillana 4j y la Asociación Española para los Efectos del Tratamiento del Cáncer (ETC). Se trata de un prototipo socialmente inteligente con capacidad para, entre otras cosas, contar cuentos, mantener conversaciones sobre diferentes temas, contar chistes o hacer juegos con los niños y niñas.

Prototipo de Haru

“También es capaz de ayudar a aprender a los menores sobre diferentes materias, repasando los temas de diferentes asignaturas con divertidos juegos de pasapalabra”

“También es capaz de ayudar a los menores a aprender sobre diferentes materias, repasando los temas de diferentes asignaturas con divertidos juegos de pasapalabra”, apunta la Universidad de Sevilla (US) en un comunicado. Además del prototipo físico, Haru, que será presentado definitivamente el próximo 23 de noviembre en la gala anual de la mencionada ETC, contará con simulador o avatar virtual que se implementará en un iPad, y que permitirá seguir utilizando las aplicaciones en casa a muchos más niños y niñas

El citado deterioro cognitivo es un importante efecto secundario que suele afectar a los menores que han tenido cáncer, como también lo son los efectos físicos o los emocionales. En concreto, el deterioro cognitivo puede provocar déficit de atención, de memoria, de síntesis, de capacidad espacio-visual y de lenguaje, y repercutir en aspectos psicológicos y sociales de la vida diaria del paciente hasta el extremo de llegar al aislamiento y a la exclusión social.

Por ello, además de Haru, en la planta de Oncohematología Pediátrica del Hospital Universitario Virgen del Rocío han probado también otros prototipos que puedan realizar tareas de estimulación y rehabilitación cognitiva en niños y niñas que no pueden asistir al colegio. Y no solo en Sevilla: son numeroso los grupos de investigación, instituciones y empresas de distintos países que trabajan conjuntamente en disciplinas como la robótica, la inteligencia artificial, la gestión de diálogo, la lingüística computacional, la psicología o la ética.

DESPUÉS DE SUPERAR LA ENFERMEDAD VIENE UN LARGO ETCÉTERA

A todo este trabajo de investigación aporta su granito de arena la Asociación Española para los Efectos del Tratamiento del Cáncer, una organización sin ánimo de lucro y formada por padres y madres de niños y niñas con cáncer. Con sede central en Sevilla, su objetivo primordial es ayudar a los pequeños a superar las secuelas que genera el tratamiento oncológico, puesto que, después del mismo, recuerdan, lejos de terminar la lucha contra la enfermedad, viene un largo ETC… las siglas de su organización.

Equipo de investigación

Esto también quiere decir, eso sí, que cada vez es mayor la tasa de supervivencia, porque también es cada vez más precoz el diagnóstico. De hecho, según el registro español de tumores infantiles (RETI), el 80% de los menores oncológicos sobreviven a la enfermedad, y los tratamientos son más personalizados y eficaces. Así lo corroboran los sanitarios del Hospital Universitario Virgen del Rocío, centro en el que se diagnostican 80 nuevos casos de cáncer infantil al año.

Sus profesionales de la Unidad de Oncohematología Pediátrica realizan cada año más de 600 sesiones de quimioterapia oncológica, 300 sesiones de tratamiento citostático hematológico, 185 biopsias o aspirados de médula y 150 terapias intratecales. Son, en total, más de 2.750 consultas y 750 ingresos en la planta motivados por el cáncer infantil.

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