Los ovarios artificiales, más cerca de convertirse en realidad gracias a la congelación de tejidos

Una investigación ha descubierto los factores responsables de la maduración de los folículos ováricos, las estructuras encargadas de la producción hormonal y de la transportación de óvulos. Sería la clave para "poder hacer que una célula inmadura madure"

Estudiantes graduadas de BME de la Universidad de Michigan, junto a la profesora asociada Ariella Shikanov, avanzan en el desarrollo de ovarios artificiales (Foto. Universidad de Michigan)
Estudiantes graduadas de BME de la Universidad de Michigan, junto a la profesora asociada Ariella Shikanov, avanzan en el desarrollo de ovarios artificiales (Foto. Universidad de Michigan)
14 abril 2024 | 00:00 h
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Una nueva investigación de un equipo de ingenieros de la Universidad de Michigan(UM) ha abierto nuevos horizontes en la creación de ovarios artificiales. El proyecto, ya bautizado como el ‘nuevo atlas’ del ovario, ha permitido una mejor comprensión de las glándulas reproductoras femeninas, a través de la cual los investigadores han podido crear ovarios funcionales a partir de tejidos almacenados y congelados.

Este hallazgo resultaría de especial utilidad para las pacientes oncológicas, que podrían ver resueltos sus problemas a la hora de buscar descendencia biológica después de recibir tratamiento. Hasta este momento, la congelación de óvulos y embriones es una de las opciones más tanteadas para preservar la fertilidad de las mujeres premenopáusicas con cáncer.

Además, actualmente las técnicas empleadas por los cirujanos permiten implantar el tejido ovárico previamente congelado para restaurar temporalmente la producción de hormonas y óvulos. La cuestión es que son muy pocos los folículos (las estructuras encargadas de la producción hormonal y de la transportación de óvulos) que sobreviven, por lo que se trata de una solución con fecha de caducidad tras la reimplantación en el cuerpo de la mujer.

"Estos nuevos datos nos permiten comenzar a comprender qué hace que un óvulo sea bueno"

Con la reciente investigación, los autores del proyecto han descubierto los factores que posibilitan la maduración de los folículos. Un avance que ha sido posible gracias a nuevas herramientas que pueden identificar qué genes se expresan a nivel unicelular dentro de un tejido. A través de estos avances tecnológicos, como la tecnología transcriptómica espacial, han podido localizar los folículos ováricos que transportan los precursores inmaduros de los óvulos, conocidos como ovocitos.

La tecnología transcriptómica espacial permite rastrear toda la actividad genética y el lugar en el que ocurre dicha acción en las muestras de tejido. Para ello, lee los hilos de ARN que se desprenden del ADN, para así revelar qué genes están siendo leídos. Trasladada al estudio de la UM, la tecnología ha utilizado la secuenciación de 5 ovarios de donantes humanas premenopáusicas y sin antecedentes de cáncer, terapia androgénica previa o enfermedades conocidas que afecten a la función ovárica.

ACTUAR SOBRE EL TEJIDO OVÁRICO: CLAVE EN LA ESTIMULACIÓN FOLICULAR

La gran mayoría de los folículos, los folículos primordiales, permanecen inactivos y están situados en la parte externa del ovario, denominada corteza. Solo una pequeña fracción de estos folículos se activa periódicamente y se desplaza hacia una región específica del ovario, llamada grupo de crecimiento. Una mínima cantidad de estos folículos en fase de crecimiento logra desarrollar óvulos maduros, que después se liberan en las trompas de Falopio.

Al tener la capacidad de influir en el desarrollo del folículo y ajustar el entorno ovárico, los ingenieros de la UM creen que el tejido ovárico diseñado podría mantenerse funcional durante un período mucho más prolongado que el tejido no modificado implantado. Esto podría devolverle la fertilidad a las pacientes, quienes podrían disfrutar de una ventana de fertilidad más prolongada, así como de un período más extenso en el que sus cuerpos sean capaces de producir las hormonas femeninas.

“La magia en la que estamos trabajando es poder hacer que una célula inmadura madure. Pero sin saber qué moléculas impulsan ese proceso, estamos ciegos"

Ariella Shikanov, profesora asociada de ingeniería biomédica de la UM y autora correspondiente del nuevo estudio de Ciencias Avanzadas, explica que "esta fue la primera vez que pudimos apuntar a los folículos y ovocitos ováricos y realizar un análisis de transcripción, lo cual nos permite ver qué genes están activos. Ahora que sabemos qué genes se expresan en los ovocitos, podemos probar si afectar estos genes podría dar como resultado la creación de un folículo funcional. Esto se puede utilizar para crear un ovario artificial que eventualmente podría trasplantarse nuevamente al cuerpo”.

Tal y como resume otra de las responsables del proyecto, el objetivo es “poder hacer que una célula inmadura madure. Pero sin saber qué moléculas impulsan ese proceso, estamos ciegos", ha declarado Jun Z. Li, presidente asociado del Departamento de Medicina Computacional y Bioinformática de la UM y coautor del estudio. “Estos nuevos datos nos permiten comenzar a comprender qué hace que un óvulo sea bueno: qué determina qué folículo crecerá, ovulará, será fertilizado y se convertirá en un bebé”, concluye Shikanov.

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