La Universidad Pompeu Fabra (UPF) utilizará las cuatro impresoras 3D de que dispone para para fabricar viseras de protección para ayudar al personal sanitario a luchar contra el coronavirus. En la iniciativa participan estudiantes del grado en Ingeniería Biomédica, PDI y PAS del campus de Poblenou.
La iniciativa surgió el pasado viernes de la mano de Joel Romero, estudiante de segundo del grado en Ingeniería Biomédica, quien se puso en contacto con Antoni Ivorra, profesor del Departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones y coordinador de la iniciativa para iniciar el proceso.
Las primeras pruebas de impresión se empezaron a hacer este miércoles utilizando las impresoras de la Universidad, que se trasladaron al domicilio particular de los estudiantes que participan en la iniciativa: Judith Ros , Aina Maullín y Arnau Moral , todos ellos estudiantes de cuarto del grado en Ingeniería Biomédica. También colaboran Marian Iglesias, estudiante del mismo grado, y Laura Becerra, postdoctaranda del Grupo de Investigación en Biomedical Electronics (BERG) de la UPF.
Para fabricar cada unidad se necesita un promedio de dos horas, y el objetivo es conseguir fabricar una veintena de viseras de protección diarias
Para fabricar cada unidad se necesita un promedio de dos horas, y el objetivo es conseguir fabricar una veintena de viseras de protección diarias. Aparte de las impresoras, la Universidad también les ha proporcionado las bobinas de plástico necesarias para la impresión de las piezas.
Anna Belchi, directora del campus de Poblenou, se encargan de la logística y de hacer llegar el material al domicilio de los estudiantes, en coordinación con la Unidad de Informática del mismo campus.
Las viseras de protección se enviarán a los centros médicos que más lo necesiten en cada momento. De la distribución se encarga la comunidad Coronavirus Makers, con quien los estudiantes se pusieron en contacto.
Una vez se hayan producido al menos cinco viseras, el servicio de recogida las pasa a buscar y las lleva a un nodo central desde donde se encargan de desinfectarlas y introducir el plástico protector. Posteriormente, las empaquetan y las llevan a los diferentes centros hospitalarios. Además de colaborar con la comunidad Makers, el Hospital del Mar ha puesto en contacto con los estudiantes para proponerles la posibilidad de imprimir piezas 3D para respiradores.