Tecnología sanitaria de imagen para prevenir los errores estéticos

Aunque muchos asocian la disciplina a la belleza, la función de la Medicina Estética pasa, sobre todo, por la prevención y por maximizar el rendimiento del potencial genético del paciente para tratar de influir positivamente en su bienestar para alcanzar una longevidad saludable. Cada año, millones de personas eliminan o suavizan sus arrugas, agrandan sus labios o recurren a otros retoques faciales mediante infiltraciones de producto. Los cambios son mucho más pequeños que en el caso de la Cirugía Estética y consisten en procedimientos mínimamente invasivos, pero a veces también dan lugar a errores.

Aquí es donde encuentra su protagonismo (una vez más) la tecnología sanitaria. Concretamente, ahora las nuevas técnicas de imagen de la Universidad de Washington permiten a los profesionales sanitarios analizar lo que ocurre dentro de los vasos sanguíneos tras una inyección. Un hallazgo que podría ser utilizado, precisamente, para prevenir esos accidentes y ayudar a los médicos a revertir los efectos nocivos de las inyecciones si éstas no actúan según lo planeado.

El profesor Shu-Hong Chang, especialista en medicina estética de esta universidad, indica que la muerte del tejido tratado puede ser una complicación importante para el paciente, y asegura que esta nueva tecnología ofrece una información detallada que ayuda a entender el por qué de los errores ocasionales.

“Nuestro laboratorio está tratando de desarrollar también técnicas de imagen biomédica clínicamente útiles para el diagnóstico precoz, el tratamiento y la gestión de las enfermedades; así como el uso de esta tecnología para comprender mejor las complicaciones de la medicina estética”, detalla Wang.

Si trasladamos este contexto a nuestro país, la tecnología juega un papel fundamental en materia de diagnóstico de la piel para evitar errores desde el principio. Así lo explica la doctora Petra Vega, presidenta de la Sociedad Española de Medicina Estética(SEME) a SaluDigital. “Utilizamos transiluminadores o luces polarizadas que hacen fotografías para darnos información acerca de una mancha o para determinar hasta donde se va a extender una lesión, lo que nos permite un diagnóstico más preciso y un tratamiento más eficaz”.

En el tema de hiperpigmentaciones se recomienda incluso un uso previo al diagnóstico, ya que el tratamiento será diferente según lo que se vea en la fotografía.

Otra tecnología de imagen que viene pisando cada vez con más fuerza es la ecografía, una alternativa que se utiliza hasta en celulitis y grasa localizada. Según la presidenta de la SEME, se trata de la herramienta estrella como avance tecnológico en Medicina Estética debido a sus posibilidades de evaluación de la eficacia haciendo un buen diagnóstico, al igual que para prevenir futuras complicaciones.

“De esta forma, podemos saber si ya hay un relleno previo y valorar si aplicarle o no nuevos rellenos faciales al paciente, o si se darían reacciones contraindicadas”, concreta Vega.



LA REALIDAD VIRTUAL, CUESTIONADA POR LA DISCIPLINA

Otro ejemplo que destaca últimamente en la mayoría de las especialidades médicas es la tecnología 3D, dentro de la que se enmarca el escáner en tres dimensiones. Consiste en un tipo de aparatología que configura una imagen de cómo va a quedar el paciente al finalizar la técnica estética a partir de laprevia toma de imágenes de los pacientes.

Consiste en una “simulación de lo que va a pasar” y que parece resultar muy útil en Cirugía Estética en la previsualización los resultados, donde según la Soeciedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética(SECPRE), va ganando terreno. Sin embargo, la doctora Vega no opina lo mismo en cuanto a su utilidad en Medicina Estética.“La realidad virtual hace que el paciente tenga unas expectativas que muchas veces no se cumplen”, dice. “En Medicina Estética usamos productos sanitarios y fármacos y el resultado puede no ser tan preciso como se prevé”.

Por este motivo, la especialista considera que si se recurre a la simulación 3D, es necesario “ser muy cauto” y tener en cuenta las características bioquímicas de cada paciente.

“Puedo decirle a un paciente que le voy a poner un mililitro de ácido hialurónico para resaltar sus pómulos y la imagen me queda perfecta en la realidad virtual, pero luego puede ser que el efecto en la persona sea muchísimo menor que lo que yo le he enseñado previamente”, explica la doctora, quien hoy en día la considera más una herramienta de marketing que una herramienta científica para valorar y prevenir efectos.

DERMATOSCOPIA, UN FUTURO PRÓXIMO

Parece que perfeccionar y adecuar la tecnología 3D a esta rama se mantiene como una de las materias pendientes, así como la introducción de los ecógrafos en las consultas de los médicos estéticos. No obstante, Petra Vega considera que lo que realmente se echa en falta todavía en el terreno de la salud digital es el uso de la dermatoscopia.

Se trata de una técnica que consiste en mirar (como su nombre indica) a través de un dermatoscopio, es decir, un microscopio de piel para poder valorar nebus, verrugas y otros tipos de lesiones. “A través de esta herramienta podemos diagnosticar una lesión maligna o un cáncer de piel a un paciente que acudía a consulta por un tema meramente estético”.

Por este motivo, desde la SEME tienen el objetivo de inculcar el uso del dermatoscopio en las consultas de médicos estéticos para que, ante la más mínima sospecha, se derive al paciente a consulta dermatológica, ya que en este caso, el error a evitar es la falta de conocimiento médico ante una patología.