En el ámbito sanitario el uso del correo electrónico se ha intensificado para mejorar la atención al paciente
De hecho, más del 77% de los hogares españoles cono al menos un miembro de 16 a 74 años dispone de un ordenador, lo que supone un porcentaje ligeramente superior (1,2 puntos) al del año anterior. Casi el 82% de los hogares españoles tiene acceso a la Red, frente al 78,7% correspondiente a 2015 y en España ya existen más de 13 millones de viviendas familiares con acceso a Internet.Más de 27,7 millones de personas, el 80,6% de la población de 16 a 74 años, ha utilizado Internet en los tres últimos meses, una cifra que supera en 1,9 puntos la del año anterior. El dispositivo más utilizado para conectarse desde cualquier sitio a Internet es, con mucho, el teléfono móvil (el 93,3% de los internautas en los tres últimos meses lo mencionan). Tras él se sitúan el ordenador portátil (57,8%), el ordenador de sobremesa (45,4%) y la tablet (41,5%).
En este contexto, no es de extrañar que cada vez más organizaciones de distinta naturaleza decidan adaptar sus servicios a las nuevas tecnologías para facilitar al usuario el acceso a los mismos a través de diferentes herramientas digitales. A pesar de que actualmente están en auge determinados elementos 2.0 que favorecen esta interconexión, como las redes sociales, por ejemplo, es cierto que otros más convencionales continúan aportando sentido y funcionalidad. Es el caso del correo electrónico como herramienta instantánea de envío y recepción de información.
Aunque pueda parecer que el tradicional email haya quedado anticuado debido a la aparición de otras aplicaciones que lo igualan en popularidad, como puede ser el omnipresente WhatsApp, lo cierto es que esta herramienta continúa en activo de una manera si cabe todavía más potente. En determinados escenarios, como el sanitario, se ha intensificado su uso como complemento de determinadas estrategias de comunicación para mejorar la atención al paciente y a los usuarios del sistema de salud.
Los estudios relacionados con el uso del correo electrónico como herramienta de comunicación eficaz entre médico y paciente son una realidad en España desde hace más de una década. Es más, los profesionales sanitarios que utilizan los emails para estar en contacto con sus pacientes trabajan en ello desde hace años. De hecho, el ámbito de la mHealth ha tenido como referencia al correo electrónico en uno de sus aspectos más trabajado en los últimos años, el del desarrollo de aplicaciones móviles especializadas en las consultas instantáneas a golpe de click. Con ellas, es posible una atención rápida en cualquier momento, sin sustituir lógicamente la consulta tradicional, sólo como complemento.
La consulta online supone en muchos casos ventajas tanto para el profesional sanitario como para el paciente
Sin embargo, los especialistas y profesionales sanitarios acostumbrados a este tipo de prácticas son todavía pocos en España, es decir, que un gran número de pacientes habitual a la consulta médica convencional quizá ni conozca la posibilidad de ser atendido a través de Internet en momentos en los que se podría ahorrar la visita al centro de salud con las ventajas que ello conlleva, tanto para el profesional como para ellos.Esta práctica ayudaría, por ejemplo, a aportar más tiempo al médico en sus consultas físicas y al paciente en su día a día, al no tener que trasladarse hasta el consultorio. También sería eficaz para resolver de manera rápida pequeñas dudas relacionadas con la toma de medicamentos prescritos favoreciendo la adherencia a los tratamientos y un mayor control en pro del empoderamiento del paciente en el seguimiento de los mismos.
CORREOS ELECTRÓNICOS PARA DEJAR DE FUMAR
La revista científica Tobacco Control ha publicado recientemente un estudio elaborado por la Sociedad Americana de Cáncer en el que se concluye que los correos electrónicos pueden ser útiles para ayudar a dejar de fumar. En concreto, revela que aquellos fumadores que reciben correos electrónicos y personalizados con consejos para dejar de fumar y mensajes motivacionales, tienen tasas de abandono del hábito del tabaco superiores a quienes, por ejemplo, tomaban medicación para dejarlo.
Los expertos señalan a las nuevas tecnologías como la mejor herramienta para conseguir estos objetivos de salud con un menor coste para el sistema. Además, las acciones encaminadas a tal fin se complementan en muchos casos con estrategias integrales en las que son fundamentales las aplicaciones móviles o plataformas webs donde el usuario o paciente puede contactar directamente con el profesional sanitario.
En esta investigación, cada uno de los participantes en el estudio recibió decenas de mensajes de correo electrónico personalizados con el objetivo de dejar de fumar. Los emails incluían, además, enlaces a los recursos para eliminar este hábito que pone en riesgo su salud. Meses después, se comprobó que el 34% de los fumadores que habían recibido los correos electrónicos tuvieron una tasa media de abstinencia superior al resto.