La gamificación puede mejorar la adherencia al tratamiento

Andrés Lijarcio Ramírez | Madrid

La gamificación, es decir, aplicar técnicas de juego en contextos que habitualmente no están relacionados con ese ámbito, como es el caso de la salud, puede mejorar la adherencia al tratamiento de los pacientes crónicos. La responsable de proyectos y comunicación de Wake App Health, empresa especializada en mHealth, Tania Menéndez Hevia, ha explicado a ConSalud.es que “cuando una persona tiene una enfermedad crónica, como puede ser diabetes, es complicado que siga perfectamente el tratamiento”. En este contexto, las herramientas de gamificación son útiles para facilitarlo, ya que, como en todo juego, se busca la motivación y el esfuerzo para conseguir un objetivo.

Además de la adherencia al tratamiento, la gamificación se emplea también para fomentar hábitos saludables más generales y combatir así posibles trastornos o enfermedades muy comunes, como la obesidad infantil, por ejemplo. A la hora de hacer llegar un mensaje determinado de manera eficaz “es interesante transformar la comunicación planteando una dinámica de juego donde hay recompensas o premios”, afirma Tania Menéndez. Es decir, no es lo mismo decir a un niño pequeño “no comas bollería, come verduras”, a que lo aprenda en un juego interactivo con el que se está divirtiendo.

Este tipo de herramientas facilitan incluso un ahorro al sistema sanitario a largo plazo. Con el uso de estas mecánicas de juego, el usuario o paciente, ampliará sus hábitos saludables, “por lo tanto el riesgo de contraer determinadas enfermedades es menor”, concluye Menéndez.

Actualmente existen alrededor de 90.000 aplicaciones para dispositivos móviles especializadas en salud, sin embargo, más del 50% tienen menos de 500 descargas, “por eso la mayoría se quedan en el olvido”, indica la responsable de comunicación de Wake App Health. Por ello y mirando al futuro, los expertos apuestan por una mayor interoperabilidad entre los diferentes agentes del sistema sanitario y las nuevas tecnologías. La idea es que la app y las herramientas de gamificación no sean aplicaciones aisladas, sino que estén, explica Tania Menéndez, “conectadas a un hospital o a un médico” que monitorice la evolución de la salud del usuario o paciente que las está usando.


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