Un novedoso dispositivo permite la administración directa de fármacos al corazón

El nuevo dispositivo es capaz de administrar fármacos directamente en el órgano para ayudar al paciente a recuperarse de los ataques cardíacos.

Medicamento directo al corazón
Medicamento directo al corazón
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15 junio 2018 | 00:00 h

Un equipo de investigadores de Estados Unidos e Irlanda ha desarrollado un dispositivo que permite administrar medicamentos directamente a una región dañada del corazón. El sistema tiene el potencial de proporcionar una opción terapéutica que marca la recuperación del paciente después de un ataque cardiaco.

En el estudio han participado investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), de la Universidad de Harvard, del Royal College of Surgeons en Irlanda, del Trinity College Dublin, del centro Advanced Materials and BioEngineering Research (AMBER) y de la Universidad Nacional de Irlanda en Galway.

Una de las autoras del artículo que aparece publicado en Nature Biomedical Engineering, Ellen Roche, ha explicado que después de un ataque cardíaco, se podría utilizar este dispositivo para administrar terapia que evite que un paciente sufra insuficiencia cardíaca. Asimismo, en el caso de que el paciente ya tenga un cierto grado de esta patología, se puede utilizar para atenuar su progresión. 

fuente: medgadget

Actualmente, los medicamentos destinados al corazón que se administran mediante inyección en el torrente sanguíneo terminan afectando a todo el cuerpo y deben administrarse en pequeñas dosis para minimizar el impacto. Además, las inyecciones directas y repetidas en el corazón tienen otras posibles complicaciones. En cambio, el nuevo dispositivo, denominado Therepi, se puede implantar en un solo procedimiento y usarlo repetidamente para introducir los medicamentos directamente en el tejido seleccionado.

Un extremo del sistema está unido al tejido cardíaco y tiene una membrana que permite la liberación de un fármaco, mientras que en el otro extremo hay un puerto de inyección que penetra en la piel del abdomen. El funcionamiento pasa por inyectar una jeringuilla en el puerto e introducir el medicamento, un proceso que puede realizar tanto un médico como el propio paciente en casa.

La membrana que se encuentra entre el depósito del medicamento y el tejido del corazón se puede diseñar de diversos de tamaños para poder aplicar diferentes medicamentos, dependiendo de sus dimensiones moleculares y de cuánta cantidad se necesita liberar. "El material que utilizamos para construir el depósito fue crucial. Necesitamos que actúe como una esponja para que pueda retener la terapia exactamente donde la necesita", ha apuntado William Whyte, otro autor del informe, quien asegura que es algo difícil de lograr, puesto que el corazón se contrae y se mueve constantemente.

Hasta ahora, la tecnología se ha probado en ratas de laboratorio y los resultados son muy satisfactorios en comparación con los controles, incluida la función cardíaca moderadamente mejorada después de una prueba de cuatro semanas. Además, los investigadores creen que el dispositivo se puede mejorar drásticamente una vez que se especifiquen las dosis, optimizándolo y perfeccionando su uso.

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