Una investigación llevada cabo en la Emory School of Medicine de Atlanta, en Estados Unidos, revela que aquellas personas con enfermedad cardíaca tienen más probalidades de sobrevivir largo plazo si están casadas, en comparación con aquellas que se encuentran divorciadas, viudas o solteras. El riesgo de muerte a lo largo de los años de estas últimas es hasta un 71% mayor que las que conviven con su cónyuge. En el estudio se ha analizado la relación entre el estado civil y la incidencia de muerte cardiovascular, infarto de miocardio o fallecimiento por otra causa en más de 6.000 hombres y mujeres con problemas de obstrucción arterial entre los años 2003 y 2015.