Fumar aumenta el riesgo de pérdida auditiva. Así lo confirma un estudio publicado en Nicotine&Tobacco Research en un experimento con más de 50.000 participantes, a quienes se les realizó un seguimiento durante ocho años. Así, se realizaron pruebas audiométricas para identificar la posible pérdida de audición y examinaron los efectos del tabaquismo, el número de cigarrillos fumados al día y los efectos tras abandonar el tabaco. Los resultados mostraron un incremento del riesgo de pérdida auditiva, sobre todo en alta frecuencia, algo que aumenta con cuanto más se fume. Este riesgo disminuyó en pacientes cinco años después de abandonar el tabaco.