Escuchar música provoca una gran variedad de actividades y estímulos cerebrales que influyen directamente en aspectos importantes de la vida como el estado de ánimo, el control del estrés, la ansiedad o la fatiga. De hecho, cada vez más hospitales incluyen la terapia musical en cada vez más tratamientos. En este sentido y con motivo del Día Mundial de la Música, Alvar Ocano, gerente médico de Aegon, repasa los principales beneficios que la música puede aportar a la salud: reduce la ansiedad, contribuye a reducir el dolor, ayuda en los desórdenes neurológicos, fortalece el sistema inmunológico, aumenta el optimismo y protege el envejecimiento cerebral, potencia la memoria y reduce la presión arterial.